Al menos seis muertos en un incendio avivado por los vientos de un huracán en áreas turísticas de Hawái

Arde el paraíso. Unos incendios “sin precedentes”, avivados por los vientos del huracán Dora -que pasaba a cientos de kilómetros- y unas condiciones climáticas muy secas, arrasan el archipiélago estadounidense de Hawái, donde han dejado al menos seis muertos y diversos heridos y desaparecidos, miles de turistas atrapados, se han ordenado evacuaciones y una ciudad han quedado gravemente dañada. El fuego avanzó con tal rapidez que obligó a algunas personas a saltar al mar para escapar de las llamas.
“Se ha confirmado que hemos tenido seis víctimas mortales”, ha declarado Richard Bissen, el alcalde de la turística isla de Maui, la tercera más poblada del archipiélago, con 117.000 residentes, y la más afectada por el fuego. Las tareas de búsqueda y rescate continúan, sin que hasta el momento se conozca por completo el alcance de los daños: los servicios de telefonía móvil se encuentran intrrrumpidos, lo que dificulta las comunicaciones y los avisos de emergencia.
El fuego ha consumido viviendas y negocios en la Isla Grande, la mayor del archipiélago, y en Maui. En esta idílica isla, visitada cada año por cientos de miles de turistas, las llamas han cerrado carreteras y escuelas y han obligado a movilizar a la Guardia Nacional para asistir en las tareas de rescate y lucha contra el fuego.
La histórica ciudad de Lahaina, antigua capital del archipiélago con raíces en el siglo XVIII, otrora pujante centro ballenero y ahora importante centro turístico, es el punto más afectado. Buena parte de su núcleo urbano ha quedado destruido, según Green. Su casco antiguo, un pintoresco conjunto de edificios de madera repleto de comercios y restaurantes a la orilla del mar, era pasto de las llamas, según se aprecia en una serie de vídeos y fotografías volcados por sus residentes en redes sociales. Ardía su icónica Front Street, la avenida del malecón. Jardines donde días atrás se ofrecían conciertos de música tradicional al aire libre a la sombra de los banianos y puestos callejeros que prometían excursiones idílicas en barco se encuentran rodeados por la humareda, mientras avanza una cortina de fuego.
“Los edificios en ambos lados de la calle estaban atrapados por las llamas. En ese momento no había coches de bomberos, creo que el departamento estaba desbordado”, ha declarado al digital Honolulu Civil Beat Alan Dickar, propietario de varias casas en el centro de Lahaina y de un establecimiento de pósters antiguos en Front Street, que se vio obligado a evacuar la localidad.
El fuego en Maui no se limitaba a Lahaina. Los servicios de emergencia también combatían otros focos en la ladera del volcán Haleakala, una montaña de más de 3.000 metros de altura que domina el sur de la isla, y habían organizado cuatro refugios para acoger a los evacuados de las poblaciones en la zona afectada. El aeropuerto de la capital, Kahului, acogía a más de 2.000 viajeros cuyos vuelos de salida habían sido cancelados o que acababan de llegar y no podían continuar el trayecto hacia sus hoteles o residencias.
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“La gente local lo ha perdido todo”, declaraba en rueda de prensa el director de desarrollo económico y turismo de Maui, James Kunane Tokioka. “Su casa, sus animales. Es terrible”. En Lahaina, al menos una docena de personas se echaron al mar para huir del fuego y tuvieron que ser rescatadas por el servicio de Guardacostas.
Por su parte, el gobernador de Hawái, Joseph Green, apuntaba en un comunicado que “hemos sufrido un desastre terrible en forma de fuegos descontrolados que se han extendido ampliamente como resultado de unos vientos huracanados en la región y condiciones subyacentes de sequía. Maui y la Isla Grande (Hawaii) han sufrido incendios importantes. Buena parte de Lahaina en Maui ha quedado destruida, y cientos de familias residentes han quedado desplazadas”, indicaba Green en un comunicado.
El gobernador, que ha interrumpido sus vacaciones para regresar de inmediato a Honolulu, solicitará a Washington una declaración de zona de desastre. La Casa Blanca asegura que presidente el presidente Joe Biden, de gira por los estados del suroeste, se mantiene informado de los acontecimientos.
Además de los vientos traídos por Dora -que no pasará por las islas-, el fuego se ha visto ayudado por la falta de lluvias este año, que ha secado la vegetación y la ha convertido en alimento para las llamas. Una tercera parte del territorio de Maui se encuentra bajo condiciones de sequía moderada o grave. Un fenómeno que los científicos advierten que va en aumento y que el archipiélago registra cada vez más días secos seguidos como resultado del cambio climático.
“Nunca nos imaginamos en este estado que un huracán que no ha tocado tierra en nuestras islas fuera a desencadenar este tipo de incendios descontrolados. Incendios que se han llevado por delante comunidades, que se han llevado por delante negocios, que han destrozado hogares”, ha apuntado la vicegobernadora hawaiana, Sylvia Luke, en la rueda de prensa.
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