Así se trabaja por la igualdad de género todos los días del año

Resulta difícil encontrar una empresa en la que la lucha por la igualdad de género haya estado siempre tan presente a lo largo de su historia como en Correos. La presencia femenina en la compañía se remonta incluso a antes de su constitución de manera oficial como servicio postal. Hablamos del siglo XVII, y, ya entonces, había mujeres-correo, con administradoras de estafetas, conductoras de travesía y maestras de Postas. Hoy, más de 400 años después, Correos sigue siendo un referente en materia de igualdad: alcanzó la paridad en 2016 y, actualmente, las mujeres son mayoría en la plantilla.

No es una tendencia al abrigo de las tendencias. La empresa logística siempre ha sido pionera en abrir, poco a poco, sus puestos de trabajo a las mujeres. El primer correo de Portugalete (Vizcaya), en 1648, fue una mujer. Y debió de hacerlo tan bien que, durante 90 años, el servicio en la ciudad lo prestaron solo carteras. Posteriormente, Correos fue la primera compañía estatal española y de la administración en incorporar mujeres a su plantilla. En torno a 1830 ya había mujeres administradoras de estafetas agregadas, conductoras de travesía y maestras de Postas. Y en 1881 ya contaba con la primera mujer telegrafista, a la que solo un año después secundaban más de 40 compañeras.

La figura de Clara Campoamor

A principios del siglo XX, en 1909, tuvo lugar uno de los grandes hitos en la historia de la compañía: las primeras oposiciones a auxiliares femeninas de telégrafos. Una convocatoria que incorporó a Correos a una de las grandes figuras de la lucha feminista, Clara Campoamor, quien fuese más tarde la principal artífice de la aprobación del sufragio femenino en España. Clara tenía entonces 21 años y cumplía todos los requisitos: ser española, mayor de 16 años y menor de 40, gozar de buena salud y certificar buena conducta.

Clara Campoamor aprobó las primeras oposiciones a auxiliares femeninas de telégrafos y trabajó en Correos desde julio de 1910 hasta 1914

Aprobó la oposición, al igual que Consuelo Álvarez Pool, escritora y periodista de la Generación del 98, y en julio de 1910 ingresó en Zaragoza, donde estuvo destinada un año. Posteriormente trabajó otros cuatro en San Sebastián hasta que en 1914 pidió una excedencia al ganar una plaza en el Ministerio de Instrucción Pública. Compaginó entonces el trabajo con los estudios. Retomó el bachillerato, se licenció en derecho y se convirtió en la figura que fue: abogada, escritora y diputada.

De las primeras carteras urbanas a mayoría en la compañía

Mientras, en Correos, seguían ampliando la oferta de empleo a la mujer. En 1922 se nombraron las primeras 300 auxiliares postales para cubrir el trabajo de jefes y oficiales de Correos en huelga. Y en 1979, con la llegada de la democracia y la aprobación de la Constitución, comenzó el acceso masivo de las mujeres a todos los cuerpos y escalas, y en igualdad de condiciones con los hombres.

Llegaron así, entre otras, las primeras carteras urbanas. Y, con ellas, un cambio importante en la forma de trabajar. Muchas empezaron a utilizar carritos de la compra para transportar la correspondencia en lugar de cargar al hombro con la cartera de cuero marrón oscuro en la que se llevaban entonces los envíos diarios. La idea constituyó un éxito. De hecho, el uso de estos famosos carritos, todavía vigente, se extendió a todos los carteros y carteras.

Cartera urbana de reparto en Madrid, en 1982. Poco después se generalizó el uso de carritos que pervive hoy.
Cartera urbana de reparto en Madrid, en 1982. Poco después se generalizó el uso de carritos que pervive hoy.

Ya en el siglo XXI, en el año 2016, Correos dio otro paso decisivo, al alcanzar la paridad en su plantilla. Hoy, en la empresa de logística ya trabajan más mujeres que hombres y, según los datos de 2021, representan el 52,55% de un total de 48.446 empleados. Las mujeres son también mayoría en el colectivo más numeroso de la compañía: ocupan el 52,88% entre los puestos de atención al cliente, en los de reparto -tanto a pie a como en vehículo- y en los de clasificación de envíos. Además, el 52,84% de las 5.776 jefaturas intermedias en oficinas, unidades de distribución y centros logísticos están ocupadas por mujeres.

Homenaje a ocho mujeres icónicas

Para Correos, la celebración del Día de la Mujer no se limita al 8 de marzo, sino que se extiende a todos los días y engloba todas las acciones que lleva a cabo bajo el hashtag #8MTodoElAño. En esta edición, la empresa logística quiere crear un hilo conductor a través de los sellos que se emitan. Por ello, lanza una colección en homenaje a ocho mujeres que realizaron una gran labor en el histórico feminista: Clara Campoamor, Isabel Zendal, Almudena Grandes, Dolors Aleu, Concepción Arenal, Elidà Amigó, María Blanchard y Luisa Roldán (La Roldana).

La colección, realizada por la ilustradora española Isabel Muguruza, se iniciará con la emisión de un primer sello genérico en el que la autora se planteó el verdadero significado del feminismo como la lucha que ejercen las mujeres para conseguir la igualdad de derechos, siendo la unión de todas ellas la mayor fuerza para conseguirlos. Muguruza representa esta alianza de género con unas manos juntas, de las que emanan distintas flores como símbolo del fruto al trabajo que hicieron, entre otras, las ocho mujeres a las que ilustrará para Correos. A este sello le seguirá el de Campoamor, que verá la luz a finales de abril, y posteriormente se dedicará uno de la colección #8MTodoElAño a cada una de las otras siete protagonistas.

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