Bautista se reencuentra en Doha

Sonríe Roberto Bautista, feliz sobre el cemento catarí junto a su esposa y su hijo, y al que la alegría le llega otra vez en forma de halcón dorado. Ha recibido ya el trofeo de campeón de manos del jeque y presidente del PSG, Nasser Al-Khelaifi, y antes de la foto de familia ha departido y bromeado con el futbolista Santi Cazorla, que apura sus últimos cartuchos futboleros en el desierto de Doha. Allí fue donde Bautista logró hace tres años su último trofeo, y allí es donde el castellonense se reencuentra con el éxito después de imponerse en la final de este sábado a Nikoloz Basilashvili por 6-3 y 6-4 (en 1h 25m).

El georgiano le privó del triunfo el curso pasado, no así esta vez. “Había pasado tiempo desde el último título, pero nunca he dejado de trabajar. Este es un lugar muy especial para mí”, dice el campeón, quien desde que triunfara en 2019 en el emirato y cerrase aquella temporada levantando la Ensaladera de la Copa Davis no había logrado dejar huellas reseñables en el circuito. Desde entonces, la paternidad, o sea, una nueva vida, y un listado de discretos resultados que, sin embargo, no le han apartado de la zona noble del circuito. Es 16º en el ranking mundial y a sus 33 años conserva argumentos para hacer daño.

En la final ante Basilashvili, tenista de buena mano, el español redondea una magnífica semana –Murray, Davidovich y Khachanov por el camino– y añade a su casillero profesional el décimo premio, el octavo sobre superficie dura, el octavo de manera consecutiva. Con 10 galardones, Bautista iguala a Félix Mantilla y aporta al buen arranque del tenis nacional esta temporada, en la que previamente habían festejado Rafael Nadal (Melbourne y Open de Australia), Paula Badosa (Sídney) y Albert Ramos (Córdoba).

“Me gustan las condiciones, me gusta el torneo, es especial para mí venir cada año y no puedo estar más contento”, expresa el ganador, entrenado ahora por Daniel Gimeno-Traver y que emite buenas noticias desde Doha, mientras Carlos Alcaraz progresa en Río de Janeiro –6-2, 2-6 y 6-2 a Matteo Berrettini hacia las semifinales– y que a sus 18 años ya contabiliza cuatro victorias contra top-10; el murciano escalará el lunes hasta el 26º puesto, como mínimo, y peleará con el veterano Fabio Fognini por una plaza en la final del torneo en el que registró su primer triunfo como profesional, en 2020 con 16 años.

Entretanto, el sorteo de Acapulco perfiló el hipotético trazado de Nadal, que podría toparse con Daniil Medvedev, su rival en la final del Open de Australia, en las semifinales. En paralelo, el número uno, Novak Djokovic, supo que debutará en Dubái contra el joven Lorenzo Mussetti. El serbio se expondrá la próxima semana a perder el trono mundial si el ruso Medvedev consigue coronarse en la arena de México.

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