Bruselas evita apoyar el MidCat y lo deja en manos de España y Francia

La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, este martes en La Moncloa.
La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, este martes en La Moncloa.Ricardo Rubio (Europa Press)

La Comisión Europea evitó este martes apoyar abiertamente la construcción del gasoducto MidCat, la interconexión energética de hidrógeno verde y gas entre Cataluña y Francia. España y Alemania apoyan el conducto, mientras que Francia lo rechaza. Bruselas señaló que el futuro de la infraestructura energética depende de las discusiones entre los países involucrados. “Lo que puedo decir, muy simplemente, sobre esto es que cualquier proyecto de infraestructura transfronteriza adicional que conecte la península Ibérica con el resto de Europa debe ser analizado por los Estados miembros involucrados y el promotor”, expresó en una rueda de prensa el portavoz de Energía del Ejecutivo comunitario, Tim McPhie.

“En este momento no puedo dar una posición sobre un proyecto específico. Es necesario que los Estados miembros y el promotor del proyecto avancen sobre la viabilidad del gasoducto y es en ese momento en el que podremos dar una posición”, insistió. Así ha reaccionado Bruselas un día después de que el presidente de Francia, Emmanuel Macron, explicitase su rechazo al proyecto que conectaría España y Francia con un gasoducto que atravesaría los Pirineos, aumentando el nivel de interconexión de la Península con el resto del continente.

Macron dijo que no comprende “el problema a corto plazo que se intenta resolver” con la construcción del MidCat y argumentó que las otras dos tuberías que unen actualmente los dos países, por el País Vasco y Navarra, están “infrautilizados” porque desde febrero se están usando al 53%. Así, el portavoz de Energía de la Comisión Europea recordó que el MidCat no consta en la lista de proyectos de interés común (PIC) de la UE porque las autoridades francesas y españolas decidieron dejarlo “en pausa” a la espera de “nuevas evaluaciones” tras constatar que el proyecto no estaba “maduro”.

También subrayó que, de acuerdo con la nueva legislación en materia de infraestructuras energéticas aprobada recientemente, no se pueden financiar con recursos europeos aquellos proyectos basados en combustibles fósiles como el gas. Esto excluiría de la posibilidad de recibir fondos europeos para un potencial proyecto que recupere la idea del MidCat y que sirva únicamente para transportar gas.

“Lo que potencialmente podría financiarse son proyectos de infraestructuras de hidrógeno. Podría tener estatus de proyecto de interés bajo (PIC) como corredores prioritarios de hidrógeno. Pero ni es ni ha sido un PIC”, dijo el portavoz comunitario.

A nivel general, el portavoz de Energía de la Comisión Europea insistió en que toda nueva inversión que conecte las terminales de gas natural licuado (GNL) de la península Ibérica con la red gasística europea a través de infraestructuras “preparadas para el hidrógeno” podría “contribuir a diversificar más el aprovisionamiento de gas en el mercado interno”, y “ayudaría en el potencial futuro del hidrógeno verde” de España y Portugal y el norte de África. Pero, de nuevo, reiteró que el proyecto que desea España “no está en el punto en que (la Comisión Europea) pueda evaluar si puede recibir fondos”.

Unas horas antes de que se pronunciara el portavoz comunitario, la vicepresidenta tercera del Gobierno español y ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, manifestó que el debate sobre el MidCat no compete solo a Francia y España. “No es un asunto estrictamente bilateral, y previsiblemente se abordará el viernes en el consejo de ministros de Energía de la UE”, ha manifestado en una entrevista en Onda Cero.

Ribera se refirió al rechazo que Macron reiteró el lunes al proyecto del MidCat. El presidente francés aseguró que no hacen falta nuevas interconexiones de gas con España porque las actuales están muy lejos de la saturación, y el MidCat no se justifica por motivos energéticos y ambientales. Ribera ha descartado que se pueda cerrar el debate “con el pronunciamiento de un solo país”, y ha insistido en que debe realizarse en términos europeos y no como una cuestión de interés bilateral entre España y Francia. “La cuestión es qué piensan el resto de socios”, ha señalado.

La ministra opina además que, dado que se trata de un problema energético que “se prolongará” más allá de este invierno, será preciso adoptar medidas a largo plazo. “Es conveniente poner todas las cartas encima de la mesa sobre cuántas cosas puede aportar (el MidCat) para poder cubrir con seguridad no solo este invierno, sino también el próximo”, ha subrayado.

Macron recordó el lunes que los dos gasoductos actuales (el de Irún y el de Larrau-Calahorra) son suficientes a futuro para garantizar el suministro al centro de Europa. La titular de Transición Ecológica ha reconocido que es posible enviar más gas a través de las infraestructuras actuales. “De hecho, uno de las medidas es añadir un compresor para mandar más gas”, ha aseverado.

No obstante, Ribera ha hecho hincapié en que en la situación actual, en la que los países están intentando completar sus almacenamientos de gas y en los que se tienen dudas sobre la duración del “chantaje” energético del presidente ruso, Vladímir Putin, es necesario evaluar esta infraestructura y también tenerla en cuenta como parte del futuro corredor ibérico del hidrógeno verde.

Por otro lado, ha reafirmado que es “altísimamente” improbable que España se quede sin suministro de gas este invierno y que haya restricciones de energía para las familias y empresas, a pesar de que Rusia haya cerrado sus exportaciones de esta materia prima hacia Europa. Sobre la excepción ibérica, Ribera ha señalado que el tope del gas funciona y “puede funcionar en más países, pero es difícil que funcione en todos”.

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