Comienza la huelga de tripulantes de Ryanair que puede prolongarse hasta 2023

Los tripulantes de cabina de pasajeros (TCP) de Ryanair están convocados desde este lunes a una nueva huelga, la tercera tanda de paros en lo que va de verano, y que se prolongará hasta el próximo 7 de enero de 2023 ante la negativa de la compañía de negociar un nuevo convenio colectivo. Los sindicatos USO y Sitcpla han convocado a los 1.600 trabajadores pertenecientes a las empresas Ryanair, Crewlink y Workforce a paros de 24 horas de lunes a jueves, que durante las dos primeras semanas afectarán a 1,04 millones de pasajeros, con una media de 130.600 viajeros cada día.
Esta nueva convocatoria se suma a los paros convocados a finales de junio y durante gran parte de julio por USO y Sitcpla, y que han provocado cancelaciones y retrasos en los aeropuertos españoles en los que opera Ryanair, especialmente en Barcelona-El Prat y Palma de Mallorca. La huelga se extenderá hasta principios de enero, coincidiendo con el periodo vacacional de agosto y Navidad, épocas en las que habitualmente se registran unos niveles de tráfico muy elevados.
Servicios mínimos
Durante la huelga, el Ministerio de Transportes ha fijado unos servicios mínimos que van del 68% al 85% en vuelos nacionales hacia o desde las islas, y del 36% al 60% en los peninsulares cuyo tiempo de desplazamiento en transporte público sea igual o superior a 5 horas y vuelos internacionales. En cuanto a los vuelos nacionales peninsulares cuyo tiempo de desplazamiento en transporte público sea inferior a 5 horas, que de momento durante los días de huelga están programados únicamente en Barcelona, los servicios mínimos oscilan entre el 34% y el 38%.
A la huelga “se llega con las conversaciones completamente rotas, sin ninguna intención de Ryanair de sentarse a la mesa negociadora del convenio, en la que los trabajadores están representados por USO y Sitcpla”, ha señalado en un comunicado USO, que critica que “los servicios mínimos abusivos y su aplicación, más abusiva aún, solo han dejado la opción de ejercer el derecho de huelga cuando la mala organización de la empresa lo permite”.
Los trabajadores exigen a la compañía irlandesa de bajo coste que aplique la legislación española en materia laboral, así como una mejora salarial. Piden “la aplicación de los derechos laborales básicos, que no pueden suponer objeto de negociación, como 22 días laborables de vacaciones anuales o 14 festivos legalmente establecidos”. Las huelgas de junio y julio ya obligaron a cancelar más de 200 vuelos y miles de retrasos. En estas semanas, denuncian que Ryanair ha despedido a 11 trabajadores por hacer huelga, cuando no habían sido convocados legalmente a hacer servicios mínimos, cuya readmisión también se une a las reivindicaciones.
Huelga de EasyJet
A mediados de mes se unirán a los paros los pilotos de Easyjet, tras cerrarse el conflicto con los tripulantes de cabina, que también convocaron huelgas en julio pero que finalmente llegaron a un acuerdo con la aerolínea británica de bajo coste. Ahora son los pilotos convocados por el Sepla los que harán huelga en tres períodos de 72 horas —los días 12, 13, 14, 19, 20, 21, 27, 28 y 29 de agosto— ante “la negativa de la empresa a recuperar las condiciones que los pilotos tenían antes de la pandemia”, indica una nota difundida por el sindicato. Este también reclama negociar un nuevo convenio colectivo.
Los paros se producen en un contexto marcado por el caos aeroportuario que están sufriendo durante este verano buena parte de los principales aeropuertos europeos, debido a la rápida recuperación de la demanda, los conflictos laborales y la escasez de personal.
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