Compromís evita la ruptura con Sumar pero revisará el pacto con los de Díaz esta misma semana
Compromís evita la ruptura con Sumar, pero no da por zanjada la crisis abierta hace más de 10 días con el grupo que dirige la vicepresidenta Yolanda Díaz. Tras más de dos horas de reunión, la coalición valencianista ha acordado la “necesaria reevaluación del pacto con Sumar” esta misma semana. “La Comisión Ejecutiva de Compromís ha aprobado de forma unánime mantener la propuesta de comparecencia del presidente del Gobierno en la comisión de investigación de la dana” en el Congreso, según reza el comunicado emitido por la formación, origen del enfado después de que los de Díaz rechazaran incluir a Pedro Sánchez en la lista de comparecientes de ese órgano. Las conversaciones entre los partidos de Compromís y el grupo parlamentario de Sumar se habían intensificado en las últimas horas con el fin de buscar una salida y evitar un divorcio que no sería bueno para nadie en un momento de debilidad y división de las izquierdas.
El objetivo de esta revisión del acuerdo, señala la nota a los medios, “será establecer un nuevo marco de relaciones que garantice la plena autonomía de los partidos miembros y las relaciones horizontales, en un grupo confederal similar al grupo parlamentario Plural donde participaba Compromís en la anterior legislatura”.
“Compromís considera imprescindible poder desplegar todos los instrumentos legislativos y de control al Gobierno así como mantener una relación bilateral y directa con el Ejecutivo en un momento crucial para la sociedad valenciana, después de la negligencia demostrada del Gobierno de la Generalitat en la gestión de la catástrofe de la dana y la falta de agilidad del Gobierno central en la necesaria recuperación de la zona afectada por la catástrofe”. La formación anuncia que propondrá “un cambio en el funcionamiento del grupo plurinacional y trasladará sus bases y condiciones para mantener esta nueva relación”.
Horas antes de empezar la ejecutiva y después de que las negociaciones con Sumar se hayan extendido durante todo el fin de semana, Compromís tenía sobre la mesa dos opciones, según valoraban fuentes de la coalición. Que la confluencia valencianista solucionase la crisis desde la unidad, asumiendo que se había desbloqueado la situación en la comisión y reconduciendo las relaciones con Sumar, ganando autonomía y voz propia, o ir a un escenario en el que la formación mayoritaria, Més, se marchaba al Grupo Mixto, e Iniciativa del Poble Valencià, se quedaría en Sumar, creando una fractura de la coalición. “Se está buscando una solución intermedia”, apuntaban horas antes también en Més.
En declaraciones previas al encuentro decisivo en Valencia, desde la dirección de Movimiento Sumar -la formación de los afines a Yolanda Díaz-, trasladaban optimismo sobre la resolución del debate interno. A modo también de aviso, la coordinadora general del partido, Lara Hernández, recordaba que el objetivo político de Compromís debía ser el de sacar al presidente Carlos Mazón de las instituciones valencianas. “Este objetivo no se va a ver desviado por una falta de cohesión interna”, remataba recordando a la vez la disposición de su grupo al diálogo. Aunque Hernández no ha querido revelar el contenido de las conversaciones, fuentes de Movimiento Sumar afirmaban que el grupo había planteado una propuesta para darle a sus dos diputados más visibilidad. Esta fórmula pasaría por otorgar más protagonismo a la agenda valenciana, que ha pasado casi desapercibida en una legislatura marcada por la amnistía, los supuestos casos de corrupción y la pelea partidista. A nadie, repetían, le interesaba la ruptura, porque con su salida Compromís no habría obtenido lo que buscaba (la comparecencia de Sánchez) y además acabarían rotos internamente.
El objetivo desde que estalló la crisis con el movimiento de Díaz era buscar un acuerdo que no fracturase una fuerza que ha sido determinante para que la izquierda pudiese gobernar la Generalitat Valenciana entre 2015 y 2023 con el llamado pacto del Botànic (que incluía también a EU y Podem). Pero las posturas estaban muy enfrentadas, con Més replanteándose su relación con el grupo plurinacional, e Iniciativa dejando claro que no se iría y apostando por trabajar por un espacio político a la izquierda del PSOE cuanto más amplio mejor, tanto en el escenario estatal como en el autonómico.
La decisión de Sumar de no seguir el plan de trabajo y las comparecencias solicitadas por Compromís, que incluían la del presidente del Gobierno, el socialista Pedro Sánchez y de algunos de sus ministros, fue la gota que colmó el vaso porque en los pactos preelectorales con Sumar en 2023 se acordó que serían ellos quienes marcarían la agenda en política valenciana y, la comisión de investigación de la dana en la Cámara baja, reivindican, lo es.
Fuentes de Iniciativa, partido al que pertenece el otro parlamentario, Alberto Ibáñez, y que la semana pasada votó a favor de quedarse en el grupo, descartaban la salida de su diputado al Grupo Mixto. Pese a la amenaza de fractura, en Més, los más duros con Sumar en esta crisis, rechazaban que la división interna pudiera tener consecuencias en la Comunidad Valenciana. En un momento muy complicado para el PP por la gestión de la dana, una escisión dentro de la coalición daría alas a la derecha y ahondaría los problemas de la izquierda. También en el Congreso, donde Sumar ya perdió cuatro de sus 31 diputados con la separación de Podemos en diciembre de 2023, malos pronósticos en las encuestas, los escándalos de Íñigo Errejón y Juan Carlos Monedero recientes y sin contar aún con un liderazgo claro para las próximas elecciones generales.
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