Detenido en Badalona un presunto yihadista que consumía compulsivamente propaganda violenta del Estado Islámico

La Policía Nacional detuvo la madrugada del pasado martes en Badalona (Barcelona, 226.000 habitantes) a un hombre de 36 años que, tras consumir de manera compulsiva propaganda muy violenta del Estado Islámico (ISIS en sus siglas en inglés), había alcanzado un nivel de radicalización que le convertía en “un alto riesgo para la seguridad nacional”, según ha informado este jueves el Ministerio del Interior. El arrestado, de nacionalidad marroquí y con residencia legal en España, visionaba prácticamente a diario vídeos elaborados por esta organización terroristas, mucho de ellos de ejecuciones, y recababa información sobre los países de África donde el yihadismo ha ganado fuerza en los últimos años, como Somalia, Burkina Faso, Mali o Níger, detallan fuentes conocedoras de la investigación. El juez de la Audiencia Nacional, Francisco de Jorge, ha ordenado su ingreso en prisión provisional acusado de los delitos de autoadoctrinamiento y adoctrinamiento activo terrorista.

La bautizada como Operación Saeris ―en la que han colaborado el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) y el FBI estadounidense― se inició hace año y medio, tras detectar los agentes de la Comisaría General de Información (CGI) un usuario en internet que desplegaba “una elevada actividad” siempre relacionada con la búsqueda de la propaganda elaborada por las productoras del Estado Islámico, uno de los principales instrumentos de este grupo yihadista para reclutar nuevos seguidores. Las vigilancias que, a partir de ese momento, se sometió al sospechoso revelaron que adoptaba medidas de seguridad para que no se detectase su actividad delictiva en las redes, como el uso una red privada virtual (VPN, en sus siglas en inglés), una herramienta que permite ocultar la dirección IP desde la que se navega y cifrar los datos para mantenerse en el anonimato.

Según detallan fuentes cercanas a las pesquisas, el detenido desplegaba el grueso de su presunta actividad delictiva en su domicilio, donde en el momento del arresto la policía se incautó de varios dispositivos informáticos. De puertas para afuera, sin embargo, mantenía una vida aparentemente normal. Aunque en el momento de su detención no tenía ningún trabajo conocido, poco antes había trabajo de auxiliar en el Puerto de Barcelona. La investigación también reveló una vida social poco habitual entre los sospechosos de yihadismo, ya que el arrestado utilizaba habitualmente las redes sociales para contactar con hombre y mujeres con los que mantener relaciones sexuales. La interpretación radical de la sharía (ley islámica) que hace el Estado Islámico repudia la homosexualidad y, de hecho, contempla la pena de muerte a los que la practican. Durante el califato en Iraq y Siria, el ISIS ejecutó en público a varios hombres por este hecho. En unos casos fueron degollados con un cuchillo y en otros, arrojados desde lo alto de edificios.

En los seis primeros meses del año, las Fuerzas de Seguridad habían detenido a 69 presuntos yihadistas en España, además de participar en el arresto de 11 más en otros países, según el último balance oficial publicado en la página web del Ministerio del Interior. De seguir este ritmo, el año puede acabar con más de un centenar de arrestos, cifras no registradas desde 2004, cuando se cometieron los atentados del 11-M y fueron detenidos 131 presuntos yihadistas. Esta tendencia al alza en el número de operaciones antiyihadistas se inició en octubre de 2023, cuando el estallido de la guerra en Gaza tras los ataques terroristas de Hamás y la respuesta militar de Israel obligó al departamento de Fernando Grande-Marlaska a acelerar muchas de las investigaciones que tenía abiertas sobre sospechosos de actividades islamistas radicales ante el temor de que el conflicto los empujase a atentar, según confirman fuentes policiales.

Un informe de la Agencia de la Unión Europea para la Cooperación Policial (Europol) hecho público el pasado 24 de junio detallaba que de las 289 detenciones por terrorismo yihadista registradas el año pasado en 20 estados miembros, el mayor número (78) se realizaron en España. España se encuentra en el nivel 4 de alerta antiterrorista, “riesgo alto” ―en vigor desde junio de 2015―, sobre los cinco existentes.

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