Dumoulin enseña el camino tras vencer a sus propios demonios

El ciclista se retiró por estrés y este miércoles ganó una plata. “Tenía presión y me olvidé de mí mismo”, reconoció este año como justificación a su ausencia temporal.

”Durante demasiado tiempo he sentido una gran presión para rendir. Siento que siempre quiero hacer lo mejor para el equipo, para los patrocinadores, para los fans, etc. Pero en ese proceso me olvidé de mí mismo. Me olvidé de lo que realmente quiero dentro de este deporte y para mi futuro”. Con esta declaración, el neerlandés Tom Dumoulin, 30 años, reconoció su descenso a su propio infierno y justificó su retirada temporal del ciclismo en 2021. Un anuncio desconcertante por tratarse del campeón del Giro de Italia de 2017 y del Mundial de contrarreloj del mismo año. Segundo en el Giro y el Tour de 2018. Un portento agobiado por los resultados, como le sucede a Simone Biles. El corredor de Países Bajos, tras una ausencia voluntaria, se alzó ayer con la plata de contrarreloj. Sólo fue superado por el esloveno Primoz Roglic.

A principios de este año, con la cabeza aturdida, se apartó de la competición para curarse y regresar más fuerte. El gigante de Maastricht demuestra a la estadounidense que si da un paso atrás para reencontrarse consigo misma vencerá a sus demonios. “Llegar aquí ha supuesto un camino difícil. Me entrené mucho en invierno y me motivé pensando en los Juegos. Estoy orgulloso. He logrado una plata con sabor a oro”, exclamó tras subir al podio.

El ex campeón del mundo, tras medio año retirado y de un instructivo viaje interior, vuelve a sentir vivo. ”Me he tomado una pausa para entender hacia dónde quería ir y qué quería hacer con mi vida. He hablado mucho con la gente, he reflexionado, he paseado con mi perro y me he buscado como persona”, explicaba antes de su retorno a la competición, el pasado junio, en la Vuelta a Suiza y de proclamarse campeón de su país en contrarreloj.