El Cruïlla, la botica en la que cabe todo

En un año en el que la financiación de los grandes festivales está siendo tema de debate, el Cruïlla es de los pocos que mantienen el perfil de festival independiente organizado y financiado por una empresa local, Barcelona Events Musical, perteneciente en su totalidad al fundador y director del certamen, Jordi Herreruela. Situado al margen de casi todo, el festival siempre ha apostado por una programación abierta que en ocasiones ha parecido tan dispar que coqueteaba con el desconcierto, pero ahí está, llegando a sus 15 ediciones. Como todos los demás festivales aplica medidas de sostenibilidad, pero la mayor de todas continúa siendo la escasa huella de carbono de su asistencia, que es mayormente local y no genera tráfico aéreo con su consiguiente contaminación. Mientras el Cruïlla siga siendo un festival con público de Barcelona y alrededores tendrá resuelta la única asignatura que sus hermanos mayores no pueden solucionar mientras no reduzcan significativamente la presencia de público internacional.
Aún con todo, el Cruïlla, como el resto de festivales que se realizan en el Fórum, ha de facilitar su encaje en el barrio que lo acoge. Para evitar molestias al vecindario y garantizar la pervivencia de los pocos festivales que anualmente tienen lugar en el recinto, el Ayuntamiento ha previsto algunas medidas. Se trata de evitar que el público que sale del recinto se quede remoloneando por el barrio, para lo que las terrazas de bares y restaurantes solo podrán permanecer abiertas hasta las 23:00 h, mientras que los establecimientos de autoservicio 24 h deberán estar cerrados entre las 22:00 h y las 06:00 h. De cara a evitar aglomeraciones de público en las inmediaciones del recinto, el festival dispondrá de servicio de autobuses funcionando de miércoles a jueves entre 22:45 h y 00:45 h, de jueves a viernes entre 00:00 h y 02:00 h, de viernes a sábado entre 01:30 h y 05:30 h y de sábado a domingo entre 01:30 h y 04:30 h. Por otro lado, funcionará el metro en horarios habituales, las líneas regulares de autobús (N6 y N7) y un horario ampliado de Tram que el miércoles llega hasta la 01:00 h, el jueves hasta las 02:00 h y el sábado y domingo será ininterrumpido.
Todo ellos al servido de cinco escenarios, uno de ellos dedicado a la Comedia, y a una cincuentena de artistas entre los que cabe destacar.
Los años 90
El pop es nostalgia, como señaló Simon Reynolds en su obra Retromanía, cada día más vigente. Y como los años noventa están en boga, Alanis Morisette (sábado) celebrará los 30 años de su disco Jagged Little Pill, el responsable de su mundial popularidad. Otra mujer, Shaleen Spiteri (viernes), mantendrá la llama de Texas, otra banda con años de trayectoria y popularidad aumentada por el vaivén favorable de los recuerdos, que como Alanis ella ha mantenido vigentes a pesar de la dictadura blanda del pop.
El pop juvenil
Dos nombres de artistas de reciente irrupción. Por un lado, girl in red (miércoles), sí, en minúsculas. Tras el nombre se encuentra la sueca Marie Ulven, con una voz suave y melódica en la que canta cosas como “he vuelto, me siento como yo misma /me fui por un minuto porque fui a buscar ayuda/no es que quiera morir/al menos no ahora, me encanta estar viva”, una consecuencia de los períodos de depresión que ha sufrido y que conjura en la canción I’m back. La otra es Gracie Abrams (miércoles), otro fenómeno juvenil del pop que si se mantiene, recuperará su segundo disco, The Secret of us en el Cruïlla de 2055.
Las apuestas seguras
Artistas que han visitado el festival en varias ocasiones, siempre con éxito. Ben Harper (viernes) fue cabeza de cartel del primer Cruïlla en el Fórum y su aura espiritual se mantiene. Como sus mimbres: el folk, el soul, el pop o el blues. Otra garantía, más expansiva y desparramada, es el serbio-bosnio Goran Bregović (jueves) y su juerga balcánica. Cada vez que actúa en el Cruïlla acalambra al público en un desmadre descomunal.
La apuesta arty
No es una artista festivalera en sentido estricto, pero los conciertos de St Vincent (jueves), el proyecto de la norteamericana Anne Erin “Annie” Clark, atrapan. Lo es tanto por la sofisticación de su música, pop-rock nada acomodaticio, como por la categoría visual de sus montajes escénicos, como por un carisma que no precisa de piruetas gimnásticas ni de coloristas gominolas.
Viaje a otros mundos
Los hermanos Gutiérrez (sábado), unos suizos con ascendentes ecuatorianos, recrean la polvorienta y reseca sonoridad del desierto con música instrumental. Si en el Cruïlla hace calor no faltarán más que un par de cactus. El resto, una hipotética banda sonora alternativa de Breaking Bad o de un western, lo pondrán ellos. Y Damon Albarn propondrá con Africa Express (viernes), un proyecto para establecer lazos entre artistas de diversos orígenes y culturas. Tiene geometría variable ya que sus colaboradores varían en cada disco. El último, concebido en México, se titula Bahidorá y en directo promete un sinfín de artistas en escena. Imprevisible.
El regalo
Love Of Lesbian se lo hacen al festival con dos conciertos. El primero, el viernes, con su repertorio de gira, el segundo, el sábado, con un sinfín de colaboradores para cantar al alimón sus canciones más célebres. Entre ellos Alizzz, Valeria Castro, Figa Flawas, La M.O.D.A o Cala Vento. De todo, como en botica. De todo, como en el propio festival.
La ‘cosa nostra’
Además de representantes de la escena peninsular como Alcalá Norte (sábado), autores de uno de los discos más laureados del 2024, de título homónimo, de Viva Suecia (sábado) o León Benavente (sábado), la escena catalana está ampliamente representada. Los más destacados son dos grupos que no hubiesen cabido en el Setze Jutges pero sí en el Grup de Folk, no por folkies o dylanianos, sino por despeinados, rompedores y renovadores de lenguajes ya conocidos con base en la guitarra. Minibús Intergalàctic (sábado) son, por esquematizar, rock psicodélico y Remei de Ca La Fresca (jueves) tienen alma punk pero hacen rock progresivo, a su manera, y rock pasado por Arbúcies. Y ambas formaciones son bastante políticas, la primera por medio de la ironía de canciones como Romanço de fill de vídua y la segunda más explícita en temas como Fusta d’artista. Además María Hein (miércoles), María Jaume (viernes), Lia Kali (miércoles) propondrán su sonido urbano, más satinado el de las dos primeras, Sandra Monfort (jueves) un ajuste de cuentas con la corrección y el patriarcado, festivo y con base folclórica, y Gavina MP3 (miércoles) la armonización de textos poéticos con bases urbanas.
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