El Gobierno negocia a contrarreloj la aprobación de la nueva fórmula de ajuste de las pensiones

Este lunes se dirime uno de los aspectos primordiales de la reforma de las pensiones: el diseño final del Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI) que sustituirá al derogado Factor de Sostenibilidad. A pesar de las estrategias dispares de Gobierno, patronal y sindicatos, el estado de ánimo dentro del diálogo social es de optimismo, según reconocen diversas fuentes. El 15 de noviembre fue la fecha límite que estableció el Ejecutivo dentro del calendario negociador para acordar la fórmula que permita reforzar la sostenibilidad del sistema de pensiones ante la inminente jubilación de los baby boomers (la generación más numerosa nacida entre finales de los cincuenta y finales de los setenta). La reunión, programada para las 11 de la mañana, ya está en marcha, y sus participantes auguran “una jornada larga”.
Los dos últimos envites del ministro José Luis Escrivá retrataron en carboncillo el boceto del MEI, aunque el éxito de crítica y público fue escaso. Su voluntad de incrementar las cotizaciones a la Seguridad Social en 0,6 puntos porcentuales durante la próxima década para financiar el esfuerzo que supondrá la jubilación del baby boom soliviantó a los empresarios, quienes han mantenido históricamente un discurso contrario al incremento de estas cargas. La idea de Escrivá es obtener por medio de este aumento ―que se dividirá de forma que 0,4 puntos porcentuales lo soportarán la empresa y 0,2 el trabajador― un colchón de 41.000 millones en diez años con el que insuflar aire al Fondo de Reserva (coloquialmente conocido como la hucha de las pensiones), que actualmente solo dispone de unos 2.000 millones de los 67.000 que llegó a acumular.
La idea de aumentar el periodo de cómputo de las pensiones también irritó a sindicatos y patronal. A pesar de que el ministro de Seguridad Social se apresuró a desmentir que en el borrador remitido a Bruselas se contemplase la posibilidad de incrementar de 25 a 35 los años que determinarán la cuantía final de las jubilaciones, lo cierto es que esta posibilidad, aunque no sobre la mesa, siempre ha planeado dentro del Ejecutivo como medida de control del sistema.
“La capacidad del Gobierno para complicar la negociación parece no tener límite”, criticaron conjuntamente UGT y CC OO en un comunicado este último movimiento. Representantes de los dos sindicatos se apresuraron a señalar que esta ampliación nunca estuvo sobre la mesa en las negociaciones que se han venido realizando en los últimos meses, y que en el futuro calendario negociador ni siquiera aparece. “No solo repercutirá en la recuperación y en la creación de empleo, aportando más incertidumbre, sino que supondrá mayores costes para las empresas, lastrando su capacidad de competir en un mercado globalizado como el actual”, subrayó Cepyme, la patronal de las pequeñas y medianas empresas, en un comunicado.
Presentación en solitario
La primera parte de la reforma de las pensiones que se pactó en julio se vertebró sobre cuatro puntos clave: su vinculación con el IPC, la derogación del Factor de Sostenibilidad implementado por el PP que las ajustaba con la esperanza de vida, el traslado a las cuentas del Estado de los denominados gastos impropios de Seguridad Social, y la bonificación por el alargamiento de la vida laboral y el retraso en la jubilación.
El diseño del MEI fue algo que quedó pendiente, pero se delimitó su resolución (que todas las partes advertían complicada) al 15 de noviembre como fecha tope para poder incluirlo a través de una enmienda en la tramitación parlamentaria de la ley, en lugar de posponerlo para 2022. Sin embargo, aunque el Gobierno ha orientado la negociación (y su retransmisión) hacia la voluntad de alcanzar un acuerdo con las otras dos partes, de no ser así lo llevará en solitario al Parlamento.
La composición final del Mecanismo de Equidad Intergeneracional no se circunscribirá solamente a estos dos aspectos (aumento de cotizaciones y vida laboral), sino que según detallan fuentes de Seguridad Social, serán varias las líneas de actuación que lo conformen. Su desarrollo será presentado este lunes, ya que fuentes sindicales aseguran no haber recibido previamente ninguna información que evaluar y sobre la que presentar modificaciones.
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