El Parlamento israelí aprueba una controvertida ley que limita el poder del Tribunal Supremo

Al más puro estilo israelí (tras más de un día de encendido debate, con negociaciones de último minuto y manifestaciones en el exterior), el Parlamento ha aprobado la primera ley de peso de la reforma judicial que el Ejecutivo de Benjamín Netanyahu presentó el pasado enero y que ha generado 30 semanas consecutivas de manifestaciones multitudinarias.

La norma retira al Tribunal Supremo la capacidad de anular aquellas decisiones del Gobierno, ministros o cargos públicos electos que considere irrazonables. Se trata de uno de los filtros jurídicos que ostentaba la Corte en un país sin Constitución (se guía por una serie de leyes básicas desarrolladas a lo largo de los años) y en el que el Parlamento elige al primer ministro. La oposición percibe al Supremo como el garante de la separación de poderes y la derecha, como un órgano ideológico e intervencionista.

Tras su aprobación en segunda lectura, los diputados de la oposición comenzaron a gritar: “¡Vergüenza!”, y abandonaron el pleno, para ausentarse de la tercera y última lectura. Los 64 diputados de la coalición de gobierno, formada por el partido de Netanyahu (Likud) con ultraortodoxos y ultranacionalistas, votaron a favor, incluido el ministro de Defensa, Yoav Galant, que venía negociando un acuerdo y se desmarcó el pasado marzo de la iniciativa. “Es el primer paso de un proceso histórico”, ha dicho justo después el ministro de Justicia y principal arquitecto de la reforma, Yariv Levin. El titular de Finanzas, Bezalel Smotrich, ha llamado a la oposición a acordar “los próximos pasos” del paquete legislativo en el periodo de sesiones parlamentario de otoño.

El líder de la oposición y ex primer ministro, Yair Lapid, ha respondido que mantendrá la presión: “Lo que ha pasado hoy no es democracia, es una ruptura clara de las reglas de juego […] No se puede anular el carácter de Israel. No es un triunfo de la coalición, es una derrota de la democracia israelí”. El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, había pedido a Netanyahu en las últimas horas “no apresurarse” en sacar adelante la reforma.

Las conversaciones entre escaños de diputados de uno y otro bando se sucedieron hasta el último minuto. Netanyahu hablaba a menudo por teléfono dentro del pleno, al que llegó por la mañana tras recibir el alta hospitalaria un día después de que le implantaran un marcapasos, con 73 años.

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Las fuerzas de seguridad israelíes retiran a un manifestante durante una sentada a la entrada de la Knesset, el Parlamento de Israel, este lunes en Jerusalén.
Las fuerzas de seguridad israelíes retiran a un manifestante durante una sentada a la entrada de la Knesset, el Parlamento de Israel, este lunes en Jerusalén.MENAHEM KAHANA (AFP)

El presidente, Isaac Herzog, trató de forjar un consenso de última hora para suavizar la anulación de la razonabilidad y prorrogar el resto del paquete legislativo de la reforma. A mediodía, emitió un comunicado en el que aseguraba que Israel se encuentra en un “estado de emergencia nacional” que exige responsabilidad compartida. “Estamos trabajando contra el reloj, de todas las formas posibles, para alcanzar una solución. La infraestructura para un posible entendimiento existe, pero hay aún diferencias que requieren que las distintas partes muestren responsabilidad”, agregó.

La votación comenzó tras el anuncio por Lapid del fracaso de un intento de pacto. “Con este Gobierno es imposible llegar a acuerdos que salvaguarden la democracia israelí”, criticó. El texto ya fue aprobado en primera lectura el pasado día 11. La oposición trató luego de frenarlo, sin éxito, con la presentación de cerca de 28.000 enmiendas en el Comité de Constitución, Ley y Justicia.

Tiendas cerradas

Una de las incógnitas es el grado de descontento que generará la aprobación. La votación se ha producido en medio de manifestaciones en las calles, tras una marcha simbólica desde Tel Aviv, y otro tipo de presiones. El Foro de los Negocios ha anunciado el cierre de centros comerciales y tiendas, y varias empresas de alta tecnología (un sector muy implicado en las protestas contra la reforma) han permitido a sus empleados acudir a las manifestaciones, en vez de trabajar. El séquel se ha debilitado y el índice bursátil de referencia, TA-35, ha caído un 1%. Además, más de 10.000 reservistas de las Fuerzas Armadas venían amenazando en los últimos días con dejar de ponerse el uniforme si la reforma sale adelante.

La policía ha empleado cañones de agua para disolver a un grupo de manifestantes que se había encadenado y bloqueado el acceso al Parlamento. Otros lograron cruzar una de las vallas instaladas por las fuerzas de seguridad para impedir que lleguen al Parlamento. En general, no obstante, el ambiente ha sido más bien de espera, con la principal manifestación prevista para más adelante.

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