El viento nocturno complica la extinción del fuego en Paüls (Tarragona), que ya quema 2.300 hectáreas

Las fuertes rachas de viento durante la noche de este lunes han complicado las labores de extinción del incendio activo en Paüls (Tarragona), que ya quema 2.300 hectáreas de terreno de las localidades de Paüls, Alfarade Carles, Xerta, Aldover y Tivenys (Tarragona) y hay más de 2.000 personas confinadas. En concreto, las rachas de viento han llegado hasta los 90 kilómetros por hora, hecho que ha obligado a ampliar la zona de confinamiento al barrio de los Reguers de Tortosa que se añade así a los barrios de Remolins, Bítem y Jesus y a los otros municipios confinados de Aldover, Alfarade Carlos, Paüls, Xerta, Tivenys y Roquetes (Tarragona), han informado los Bomberos. Está previsto que el viento baje a mediodía, ha informado este martes Núria Parlon, consejera de Interior de la Generalitat. “Aún quedan horas críticas y mantenemos el confinamiento. Es un momento de pedir prudencia a la ciudadanía”, ha dicho la consejera catalana.

La prioridad de los Bomberos es evitar que el incendio cruce el río Ebro. Sobre el terreno trabajan unos 300 bomberos, a los que se han sumado un centenar de efectivos de la UME. Además, cuentan con 12 medios aéreos, dos aviones FOCA del Ministerio de Transición Ecológica, y un bombardero de agua la UME. “La población tiene la sensación de que el incendio lo tiene encima. Hay mucha sensación de inseguridad”, ha explicado el jefe de Bomberos, David Borrell, sobre el trabajo también que están llevando a cabo para tranquilizar a los vecinos de la zona, donde también se han llevado a cabo evacuaciones puntuales. A las dos de la tarde, esperan que entre viento de marinada, que les permita mejorar las condiciones para controlar el fuego.

Los Bomberos de la Generalitat han activado esta noche el nivel de movilización 2 (M2), que implica una movilización extraordinaria del personal libre de guardia ante el avance del incendio. La incorporación de este personal es obligatoria y los efectivos se deben presentar en sus parques lo más pronto posible, ha informado el cuerpo de Bomberos de la Generalitat. Por su parte, la Generalitat solicitó ayer ayuda a la Unidad Militar de Emergencias (UME) ante el “empeoramiento del comportamiento” del incendio forestal. El presidente catalán, Salvador Illa, ha anunciado a través de las redes sociales que el viento, con rachas de 90 kilómetros por hora en las cotas más altas, dificulta la estabilización del fuego, por lo que, a petición de los Bomberos de la Generalitat, se ha solicitado la colaboración de efectivos de la UME para trabajar en su extinción. “Mi agradecimiento a todos los cuerpos y servicios de emergencias por vuestra incansable labor”, ha señalado Illa, que ha pedido a los efectivos intervinientes en las tareas de extinción la “máxima precaución”.

“La noche el incendio ha ido avanzando hacia poblaciones vecinas. Lo estamos viviendo con mucha angustia, ves lo que hay delante. Lo importante es hacer llegar la información por canales oficiales y que la gente evite desplazamientos porque el fuego puede cambiar muy rápido, hace mucho viento y no tenemos cobertura”, ha explicado el alcalde de Paüls. Enric Adell, en Ser Catalunya.

El incendio que se inició ayer en les Terres de l’Ebre, en Tarragona, es muy distinto al que la semana pasada provocó dos muertos en Lleida. “Aquel fue fundamentalmente agrícola, con un pirocúmulo que dio una velocidad muy rápida”, ha explicado Borrell. El de Tarragona también generó un pirocúmulo al inicio, pero conducido por el viento. “Se comporta diferente”, ha añadido Borrell, sobre un fuego que afecta a masa forestal, y que abordan técnicamente de manera “muy distinta”.

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