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Sevilla, la catedral del socialismo, en juego
Cuando cierren los colegios electorales a las ocho de esta tarde, la ciudad de Sevilla acaparará los focos. En poco rato se sabrá si el PSOE conserva la “joya de la corona”, si “la catedral del socialismo” mantiene su sede y si “el corazón del PSOE” sigue latiendo. Los socialistas suelen usar estas metáforas en alusión a la capital andaluza. ¿Qué va a pasar en Sevilla? No se sabe. ¿Qué dicen las encuestas? Empate. A estas horas, con los colegios electorales recién abiertos, el resultado de Sevilla es como una moneda lanzada al aire: saldrá cara, cruz o de canto. En este caso, las extremas derechas e izquierdas decidirán, pero nada tendrá que ver con el azar, sino con la movilización.
Hace un par de meses, no había dudas en el PSOE y pocas en el PP de la victoria del alcalde sevillano, Antonio Muñoz, frente al candidato popular, José Luis Sanz. Pero en la última semana de campaña, las incertidumbres han ganado terreno a las certezas. La desmovilización, como siempre, preocupa mucho. El PSOE contiene el aliento, aunque desde las direcciones federal y regional se traslada el mensaje de que Muñoz ganará. En la dirección provincial son más cautos, subrayan que “gobernará” con el apoyo de las otras izquierdas.
En el PP tampoco lo tienen claro. Saben que han ido de menos a más y confían en que los 140.593 votantes que optaron por Juan Manuel Moreno en las autonómicas de hace 11 meses, muchos de ellos antiguos votantes socialistas, cojan también la papeleta encabezada por Sanz. Hasta en cinco ocasiones el presidente andaluz ha compartido campaña con el aspirante popular, más que en ninguna otra ciudad andaluza.
Sevilla es la capital más poblada en manos de los socialistas. Aquí se produjo a mitad de 2021 una operación de relevo del entonces alcalde, Juan Espadas, para optar al liderazgo del PSOE andaluz para desbancar a Susana Díaz. Esa operación, bendecida por Pedro Sánchez -y también por los actuales secretarios provinciales socialistas-, entrañaba riesgos: no ganar la Junta y perder Sevilla. El primero está consumado; el segundo está por ver.
El PP, como admitió Feijóo en un mitin con Sanz y Moreno, quiere dar “un disgusto” a Sánchez este domingo con Sevilla. Pretende evitar que el presidente del Gobierno se cuelgue esa medalla porque la victoria de Muñoz se percibiría como un símbolo de fortaleza del PSOE. Y la derrota, de debilidad.
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