La crecida del Ebro amenaza Zaragoza tras inundar el municipio aragonés de Novillas
La crecida del Ebro amenaza este lunes la ciudad de Zaragoza, de unos 680.000 habitantes, tras inundar esta pasada noche el municipio aragonés de Novillas, de unos 520 vecinos, según datos del Instituto Nacional de Estadística. La población de este pequeño pueblo, el primer municipio de la ribera del Ebro aragonés, ha resistido la subida del caudal sin sufrir daños personales y está ahora a la espera de que baje el nivel del agua, que ha anegado dos terceras partes de la localidad, para evaluar el resto de daños. La noche ha sido agitada para el alcalde, Abel Vera, que ha podido descansar a intervalos, preocupado por la resistencia del dique que protege el casco urbano después de la elevación que acometió ayer la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) y que, de momento, sigue aguantando, si bien siguen pendientes de posibles filtraciones de agua.
Aunque la situación “no es tan crítica” como anoche y el caudal ya ha bajado unos 30 o 40 centímetros, Vera ha informado de que sigue en niveles “muy altos” y no descarta que aguas abajo la fuerza del agua haya roto todas las motas. De las 2.500 hectáreas de término municipal, el alcalde calcula que el agua habrá anegado dos terceras partes y se ha “salvado” el casco urbano y parte de la zona de monte, por lo que la inundación ya es superior a la de 2015. Tras las evacuaciones de 55 vecinos el domingo de la parte baja del pueblo como medida de prevención, ya no ha sido necesario el traslado de más habitantes.
La punta de la crecida se dirige ahora hacia Zaragoza. Esta ya presenta un caudal de 1.709,83 metros cúbicos por segundo y una altura de 4,71 metros. En 2015, la última gran avenida, alcanzó los 2.448 m3/s y los 6,10 metros de altura. El Ayuntamiento de Zaragoza elevó anoche a fase de emergencia el Plan de Protección Civil y esta mañana celebra una nueva reunión en el Centro de Coordinación de Emergencias del Parque 1 de Bomberos.
Conforme aumenta el caudal, en el barrio rural de Alfocea, donde el domingo se evacuó la parte baja, el agua ha empezado a rebasar el nivel de la carretera de conexión con la pedanía de Monzalbarba, a la bajada del puente sobre el Ebro, según ha informado el Ayuntamiento de Zaragoza, que cuenta con la colaboración en la vigilancia de la zona de la Guardia Civil y de la Unidad de Pontoneros, que balizarán la carretera para facilitar, mientras sea posible, el tránsito con vehículos todoterreno (solo los de emergencias) en caso necesario.
También se está detectando en la capital aragonesa la entrada de agua, progresivamente, en puntos habituales próximos al río, como el club deportivo Helios, el Parque del Agua, huertos de Juslibol, la parte baja de Vadorrey, la arboleda de Macanaz y el parque de la Cruz Roja (entre el puente Almozara y la Pasarela del Voluntariado).
El presidente del Gobierno de Aragón, Javier Lambán, participa esta mañana en una nueva reunión del Centro de Coordinación Operativa Integrada (CECOPI) para analizar la situación a la que también asisten la consejera de Presidencia y Relaciones Institucionales, Mayte Pérez, y la delegada del Gobierno en Aragón, Rosa Serrano.
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Además, la Guardia Civil ha movilizado a unos 100 efectivos de distintas especialidades para participar cada día en el dispositivo puesto en marcha por esta crecida del Ebro que mantiene en alerta a Aragón y también a varios puntos de Navarra. En concreto, en esta comunidad el Ebro pasa por el municipio de Castejón este lunes con un caudal de 1.610 m3/s y una altura de 6,65 metros, si bien la tendencia es descendente, según información del Gobierno de esta comunidad. Según el resto de estaciones de aforo de la zona sur de la Comunidad foral, el estado de los ríos es normal, como en Funes, donde el río Arga tiene un caudal de 302,50 m3/s y una altura de 3,49 metros. La tendencia es a la baja, lo que ha permitido, por ejemplo, que la localidad de Tudela pase a nivel 1 de emergencia de inundaciones tras descender el nivel del Ebro de los 2.709 metros cúbicos por segundo —una medida que se registró el domingo a las dos de la tarde a su paso por la ciudad— a los 2.292 metros cúbicos por segundo que ha marcado el sistema de medición instantánea de la Confederación Hidrográfica del Ebro a las 9.00 de este lunes.

El temporal ya se ha cobrado la vida de dos personas. La primera fallecida fue una mujer de 49 años que pereció el viernes en Sunbilla (Navarra) al desprenderse el cobertizo de un caserío. El inmueble afectado se encontraba en una zona rural y aislada, próxima al río Bidasoa, aunque en una cota superior a su cauce, que en esos momentos llevaba un gran caudal de agua por las intensas lluvias y el deshielo de las últimas horas. El segundo fue un hombre de 61 años que desapareció el viernes cuando conducía su furgoneta desde su domicilio en Elizondo (Navarra) y que fue hallado el sábado en el río Bidasoa a la altura de Lesaka. La Policía Foral de Navarra informó de que los bomberos habían localizado el vehículo con el cadáver dentro, pero las malas condiciones imposibilitaban el rescate, que reanudaron y completaron el domingo.
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