La denuncia de un robo destapa la supuesta existencia de dos ‘degas’ en Galicia
La noticia en Galicia, más que la del robo, es la de la posible existencia de dos obras de Edgar Degas donde nadie imaginaba que pudieran existir. La Guardia Civil pide cautela y, de momento, lo único que confirma una portavoz oficial es que “existe la denuncia”. El propietario de un chalé en el municipio pontevedrés de Nigrán, al sur de Vigo, acudió hace ya días al cuartel de la zona, en Baiona, para dar cuenta de la desaparición de dos cuadros que lucían en su vivienda, situada en la exclusiva península de Monteferro. Las pinturas, de la que no se conocen ni los títulos ni otros detalles, serían genuinas obras nacidas de la mano del autor impresionista. Contarían, según ha informado la prensa local, de certificado de autenticidad, aunque este aspecto no lo puede confirmar por ahora la Guardia Civil.
El medio que avanzó la noticia, La Voz de Galicia, informa de que el dueño de los cuadros se ausentó de su domicilio varios días y que cuando regresó descubrió que el espacio que ocupaban estaba vacío. Los ladrones habrían burlado las medidas de seguridad y se habrían llevado sin complicaciones, en una zona turística con pocos residentes fijos durante el invierno, el par de obras que se atribuyen al pintor de las bailarinas y los jinetes de carreras. El denunciante es un empresario de la construcción con afición por el arte.
Desde la comandancia de la Guardia Civil en Pontevedra se explica que en el momento en que se presenta una denuncia “hay que investigar el caso” y que, como se trata de obras pictóricas supuestamente muy cotizadas en el mercado, las pesquisas que se iniciaron en el cuartel de Baiona-Nigrán han pasado ahora a manos de la sección de Patrimonio que tiene el instituto armado en la capital provincial. Las demás circunstancias del robo están aún por investigar.
En las últimas décadas han salido a subasta en grandes pujas internacionales algunas esculturas y dibujos de Hilaire Germain Edgar de Gas, conocido como Edgar Degas (París, 1834-1917). En 2015, la figura de bronce de un metro de altura Petite danseuse de quatorze ans (Pequeña bailarina de catorce años) se vendió en la galería Sotheby’s de Londres por 15,82 millones de libras (18,96 millones de euros). Al filo del cambio de siglo, en 1999, la misma casa de arte vendió a un coleccionista anónimo que hacía sus ofertas por teléfono el pastel Danseuse au repos (Bailarina descansando) por 19 millones de libras (22,77 millones de euros), algo que sorprendió a los galeristas, porque el precio de salida era de solo cuatro millones de libras.
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