La filtración de unas conversaciones del ejército alemán sobre Ucrania eleva la tensión entre Berlín y Moscú

La filtración de una conversación entre altos cargos del Ejército alemán sobre el posible envío de misiles Taurus a Ucrania y su utilización para atacar el puente de Crimea —la península de Ucrania ocupada por Rusia— ha incrementado la tensión entre Rusia y Alemania. Berlín acusa a Moscú de lanzar una “guerra de información” y alerta de que ese “ataque híbrido” persigue dividir a los socios europeos. Rusia, por su parte, sostiene que Alemania se está preparando para la guerra y su Ministerio de Asuntos Exteriores ha citado este lunes al embajador alemán, Alexander Lambsdorff, para quejarse. Moscú ha aprovechado esta filtración para provocar recelos entre la clase política germana y sus altos mandos en un momento en el que Europa debate si debe dar pasos más decididos frente a la amenaza del expansionismo ruso.

El principal objetivo de Rusia es demostrar que Alemania se ha convertido en parte en la guerra y que está profundamente implicada en el conflicto, algo que el Gobierno alemán niega taxativamente. Desde Moscú creen que esto queda probado con el contenido de la conversación filtrada desde Rusia el pasado viernes, sin rodeos y sin disimular la fuente del audio, por la redactora jefa del canal estatal ruso Russia Today, Margarita Simonián, considerada una persona de confianza del Kremlin. Un portavoz del Ejecutivo alemán ha criticado este lunes esa estrategia de Rusia, que considera dirigida a dividir: “Este incidente, este ataque híbrido, pretende crear inseguridad y dividirnos, y eso es precisamente lo que no vamos a permitir. Estamos en contacto permanente con nuestros socios y mantenemos un diálogo muy fluido”.

Se trata de un mensaje similar al ofrecido el día anterior por el ministro de Defensa alemán, Boris Pistorius, que considera que lo que el presidente ruso, Vladímir Putin, busca con esta filtración es “desestabilizar a Alemania”. “Es parte de una guerra de información que Putin está librando. No hay ninguna duda al respecto”, declaró el domingo, un día después de que el Ministerio de Defensa confirmara que se había interceptado una conversación de las Fuerzas Aéreas alemanas.

“Es un ataque híbrido dirigido a la desinformación. Se trata de división. Se trata de socavar nuestra determinación”, agregó sobre el audio de 38 minutos de duración en el que se oye a oficiales alemanes hablar de un posible envío de misiles Taurus a Ucrania y de un posible ataque de Kiev al puente de Kerch, que conecta la Rusia continental con Crimea.

Los políticos alemanes, por su parte, creen que la publicación fue planeada con precisión, dos semanas antes de las elecciones en Rusia, a las que Putin se presenta y previsiblemente será reelegido presidente ante la ausencia de rivales. “Nadie cree seriamente que sea una coincidencia”, dijo Pistorius en relación con la publicación de las conversaciones, poco después del funeral del opositor Alexéi Navalni. En su opinión, el objetivo de Putin es apartar la atención de la política nacional, al mismo tiempo que alimenta más temores y malestar sobre Rusia en Alemania y Occidente.

La filtración ha molestado al Kremlin, informa desde Moscú Javier G. Cuesta. “Esto demuestra una vez más la implicación directa del colectivo occidental en el conflicto en torno a Ucrania”, ha manifestado este lunes el portavoz de Putin, Dmitri Peskov.

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.

Suscríbete

Brecha en la seguridad de las comunicaciones

La filtración ha desatado una ola de críticas desde los partidos del Gobierno alemán y desde la oposición, que han alertado de un problema estructural de seguridad en las comunicaciones del Gobierno alemán y de la necesidad de hacer frente a los ciberataques, el espionaje y la desinformación.

De momento, el canciller alemán, Olaf Scholz, se ha limitado a prometer una investigación “exhaustiva” de un asunto que considera “muy serio”, pero sin querer entrar en más detalles, y a insistir en su negativa a un posible envío de misiles Taurus a Ucrania por mucho que en la conversación de altos mandos del Ejército se debata sobre su viabilidad.

“No se puede entregar un sistema de armas que llega muy lejos y no pensar en cómo se puede tener el control sobre el sistema de armas. Y si se quiere tener el control, eso solo es posible si participan soldados alemanes, algo que está totalmente fuera de lugar”, ha declarado Scholz este lunes en un breve encuentro con los medios en el marco de una visita a una escuela de formación profesional.

“Esto es algo que he dejado muy claro. Soy el canciller y esto es lo que se aplica”, ha agregado sobre las críticas a su rechazo a mandar unos misiles que tienen un alcance de 500 kilómetros y con los que se podrían llegar a objetivos en Moscú desde Ucrania. En opinión de Scholz, el envío de estas armas podría suponer que Alemania acabe siendo parte de la guerra, un riesgo que el canciller alemán no está dispuesto a correr.

Sin embargo, desde medios alemanes como Der Spiegel señalan que aunque muchos en Berlín, incluido el propio Scholz, no quieran oírlo, “Alemania es desde hace tiempo un adversario de guerra para el Kremlin. Y es uno sobre el que Putin cree que puede influir e influirle. Así lo demuestra la filtración sobre los Taurus, inusual incluso para los estándares rusos”.

El Ministerio del Interior alemán alertó hace tiempo de que desde el comienzo de la guerra en Ucrania, se ha producido un claro aumento de la desinformación en Alemania, de la que Moscú es responsable. “El objetivo del Gobierno ruso es influir en la opinión pública alemana, dividir a la sociedad y debilitar a Alemania”, indicó.

Reacciones en Rusia

Peskov, por su parte, ha planteado dos hipótesis sobre la naturaleza de las filtraciones. “Tenemos que averiguar si la Bundeswehr [el ejército alemán] lo hace por iniciativa propia o no. En ese caso, la cuestión es hasta qué punto es manejable la Bundeswehr y si el señor Scholz controla la situación, o si esto forma parte de la política estatal alemana”, ha declarado Peskov. “Las dos opciones son muy malas”.

Por su parte, el vicepresidente del Consejo de Seguridad ruso, Dmitri Medvédev, también se ha manifestado. “Los intentos de presentar la conversación de los oficiales de la Bundeswehr como un juego de cohetes y tanques son una mentira maliciosa. Alemania se está preparando para la guerra con Rusia”, ha escrito en sus redes sociales. El alto cargo también ha seguido el manual del Kremlin para sembrar la duda dentro de los políticos europeos al insinuar que la cancillería alemana está controlada por los militares. “Un día vendrán a Scholz y le dirán: “Herr Reich [canciller], un misil fue derribado en Ucrania. Según su tipo y trayectoria, volaba hacia Berlín”. ¿Cómo responderá Scholz, eh?”, ha añadido el también expresidente ruso.

Sin embargo, el propio Medvédev ha comparecido este lunes en un foro donde ha hablado sin tapujos de los planes expansionistas rusos. Ataviado en un mono azul similar al de uno de los enemigos de James Bond, el Doctor No, ha recalcado que Rusia “no renunciará a sus tierras” delante de un mapa en el que Moscú ocupa la casi totalidad de Ucrania y parte de Moldavia, incluida Transnistria. “Nuestro presidente ha sido preciso sobre nuestras fronteras: Las fronteras de Rusia no acaban en ningún sitio”, ha afirmado Medvédev tras desatar una sonora ovación de los asistentes. “Un líder ucranio dijo una vez: Ucrania no es parte de Rusia. Esa idea debe desaparecer para siempre. Ucrania es parte de Rusia”, ha agregado.

Sigue toda la información internacional en Facebook y X, o en nuestra newsletter semanal.

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

_

Enlace de origen : La filtración de unas conversaciones del ejército alemán sobre Ucrania eleva la tensión entre Berlín y Moscú