La jueza ordena detener al cirujano que operó a la paciente que murió en Cartagena tras una cirugía estética
La titular del juzgado de Instrucción número 2 de Cartagena ha dictado una orden de detención contra el cirujano que operó a Sara Gómez Sánchez, la mujer de 39 años fallecida este sábado tras haberse sometido a una cirugía estética en una clínica privada de la ciudad portuaria el pasado 2 de diciembre. Así lo ha confirmado el abogado de la familia, Ignacio Martínez. La paciente falleció el 1 de enero en la unidad de cuidados intensivos del hospital público Santa Lucía, en la misma localidad murciana, al que fue trasladada en situación de extrema gravedad tras someterse a una lipoescultura. Entró con múltiples daños (en riñones, hígado, colon, intestino y duodeno, entre otros).
Según Martínez, el auto ha sido notificado a las partes sobre las cuatro de la tarde. La jueza había citado al médico a las diez de esta mañana para declarar por la denuncia interpuesta por la familia por homicidio imprudente. Sin embargo, no se ha presentado. El letrado del doctor, Pablo Martínez, ha dicho estar “sorprendido” por la noticia, que ha conocido a través de los medios de comunicación. De hecho, ha asegurado que no tiene constancia del auto de la jueza que pide el arresto de su defendido y ha manifestado su intención de recurrirlo. Según ha afirmado, este lunes contactó con la jueza a través del procurador para comunicarle que su cliente no podría acudir a declarar este martes porque le resultaba “físicamente imposible”, aunque ha asegurado que “siempre” ha estado a disposición de la justicia.
El portavoz de la familia, Ezequiel Nicolás, ha indicado que él mismo, como padre del hijo menor de la fallecida, se personará en el juicio. “Quiero que todos [los responsables] se sienten en el banquillo a declarar”, ha comentado. No descarta que la denuncia se extienda a más personas vinculadas a la intervención.
La operación, contratada en la clínica Galena, duró cinco horas, informa Efe. Después, el centro aseguró a la familia, según el relato de esta, que todo había salido bien, pero la paciente había perdido líquidos y sangre, por lo que debía permanecer más tiempo en el quirófano para poder estabilizarla, debido a que costaba mantenerle la tensión. Poco después, fue trasladada al hospital público de referencia de Cartagena, al que llegó con shock hipovolémico en situación de extrema gravedad. La familia ya había denunciado las lesiones por negligencia médica ante la fiscalía, pero tras su muerte, después de casi un mes en la unidad de cuidados intensivos, decidió denunciar por homicidio por imprudencia.
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