La protección contra la covid-19 en Camboya llega a los menores de cinco años con una sorprendente estrategia de vacunación

A principios de noviembre, antes de que estallara el miedo por la nueva variante, Camboya anunció que desde el día 30 del mismo mes estaría listo para reiniciar el turismo y dar la bienvenida a viajeros completamente vacunados sin que tengan que hacer cuarentena, siempre que permanezcan al menos cinco días en áreas designadas. Está previsto que la reapertura del país se realice en varias fases, siendo Sihanoukville y las islas Koh Kong, en el golfo de Tailandia las primeras provincias en abrir. A su llegada, los visitantes deben mostrar su certificado de vacunación y efectuar una prueba de resultados rápidos para la covid-19.

El reino, con 17 millones de habitantes y entre los países más pobres de Asia, ha sido elogiado por su rápido éxito en la administración de vacunas, sobre todo teniendo en cuenta la evolución de otros países del sureste asiático. Pero, también, ha recibido críticas por la aprobación de leyes de emergencia represivas para contener los brotes del virus.

Al anunciar la reapertura del país, el primer ministro, Hun Sen, expresó que ya era hora de seguir adelante, asumiendo la presencia de la covid-19, “como una forma de vida” y también dio a conocer el inicio de la campaña de vacunación de los niños menores de cinco años. Los de la franja de edad de entre seis y 14 empezaron a recibir las dosis en septiembre. El pasado 29 de octubre, el 96,4% de los adultos ya estaba completamente vacunados y el 18% de ellos también había recibido inyecciones de refuerzo, según los datos del Ministerio de Salud compartidos por Unicef en un correo electrónico. También el 92,8% de los niños de 12 a 17 años y el 90,3% de los de seis a 11 años habían recibido ya la pauta completa.

El 96,4% de los adultos de Camboya está completamente vacunado y el 18% también ha recibido inyecciones de refuerzo

Camboya, que actualmente registra más de 120.000 contagios y casi 3.000 muertos, se salvó de lo peor de la pandemia en 2020, pues el impacto fue menor en comparación con otros países. Sin embargo, registró la mayor parte de sus contagios desde febrero de 2021, y alcanzó lo que el Gobierno llamó la “línea roja” en su mayor brote hasta el momento. A partir de entonces, las autoridades respondieron con medidas que han criticado algunas organizaciones como Human Rights Watch o Internews.

Internews trabaja a nivel internacional con una red de socios que responden a los rumores y la desinformación en lo que llaman la “infodemia” global. Su asesor de salud regional de la covid-19 en Asia, Sonny Krishnan, detalla, también en un correo electrónico, que en marzo de este año Camboya aprobó una ley que permite aplicar penas de prisión de hasta 20 años por violaciones de las medidas relacionadas con la crisis sanitaria. Una medida que en su opinión es totalmente “desproporcionada”.

Desde entonces, “romper la auto cuarentena prematuramente es castigado con hasta tres años de cárcel; salir de las instalaciones de tratamiento médico tras dar positivo acarrea hasta diez años y la obstrucción de las medidas adoptadas para frenar la expansión del virus, hasta cinco años”, dice. A estas sentencias, se añaden multas económicas muy elevadas. Por ejemplo, quien ayude a otra persona a escapar de un confinamiento puede ser sancionado con hasta 10.900 euros.

Krishnan expone que tras la aprobación de esta ley, “las autoridades han arrestado a decenas de ciudadanos por expresar opiniones críticas sobre la respuesta del Gobierno a la covid-19, incluidas al menos seis por sus críticas a la campaña de vacunación”.

Un hombre recibe la vacuna AstraZeneca contra la covid-19 en un hospital de Phnom Penh.
Un hombre recibe la vacuna AstraZeneca contra la covid-19 en un hospital de Phnom Penh.CINDY LIU (Reuters)

Las autoridades también han procesado a al menos a tres individuos por publicar videos en redes sociales señalando que las vacunas Sinovac, fabricadas en China y que son las que se estaban suministrando, son menos efectivas que las de ARNm producidas por Pfizer y Moderna. Un estudio publicado en la prestigiosa revista The Lancet evidencia que la dosis de Pfizer mantiene su efectividad más allá del primer semestre, mientras que la de Sinovac, registra una caída progresiva en el tiempo, bajando del 75% inicial (dos semanas post segunda dosis) a un 40%.

En opinión de Krishnan, “lo que resulta frustrante para los periodistas es que hay pocos estudios revisados por pares publicados sobre la efectividad de las inmunizaciones chinas cuando son desafiadas por las variantes del virus”. Y cuando se cuestiona al respecto a las autoridades reguladoras, “quienes hacen preguntas son acusados de tratar de promover las dudas entre la comunidad sobre si deberían vacunarse”, añade. En sus palabras, entonces, “el éxito de la campaña de Camboya se ha debido a la aprobación de leyes de emergencia represivas, un suministro confiable de viales de China, y el amordazamiento de los medios de comunicación por parte del Gobierno”. Si bien, reconoce que se ha conseguido reducir las tasas de hospitalización y muerte en Camboya, incluso cuando continúa circulando la variante delta, que es muy contagiosa.

Según los datos del Ministerio de Sanidad, el número de ingresos y fallecimientos causados por la covid-19 está disminuyendo desde el verano, a medida que más personas han recibido la vacuna. El país reabre con cautela, mientras que el Gobierno permanece atento a las medidas clave de seguridad pública, como el uso de mascarillas, el distanciamiento social y evitar grandes reuniones y espacios abarrotados o mal ventilados.

Como explica el representante de Unicef en Camboya, Foroogh Foyouzat, Sanidad se está embarcando ahora en una nueva fase de su campaña de vacunación para identificar a quienes aún no están inmunizados y alentarlos a hacerlo lo antes posible. “El Ministerio está trabajando para fortalecer la participación de la comunidad para reforzar aún más la prevención de la covid, adaptando la respuesta a esta nueva fase de la apertura”, añade Foyouzat.

El reinicio del turismo se ha inspirado en el plan de viajes sin cuarentena del proyecto Phuket sandbox de la vecina Tailandia, que empezó en julio. La apertura del sector es vital para Camboya: en 2019 el país recibió a 6,6 millones de extranjeros que representaron casi 4.300 millones de euros en ingresos, y la mayoría de ellos visitó Angkor y destinos costeros, según el Ministerio de Turismo. En 2020, el número de visitantes se redujo drásticamente a 1,3 millones, y las ganancias se desplomaron alrededor de 872 millones de euros, según la agencia Associated Press.

Las cifras cambian continuamente en todos los países, pero el representante de Unicef señala que, al menos en estos momentos, “Camboya es uno de los países con la tasa de inmunización más alta del mundo y ocupa un lugar muy alto en la región, solo superado por Singapur en el porcentaje de personas completamente protegidas”. Phnom Penh, la capital, también ha registrado algunos de los porcentajes más altos de personas que recibieron dosis desde muy temprano. Desde Unicef no se ha realizado un análisis que permita comparar la situación en otras capitales, pero en julio las autoridades dieron a conocer que el 99% de los dos millones de habitantes de la capital tenían la pauta completa tras llevar a cabo una campaña de cinco meses.

Como recuerda Foyouzat, al igual que en otros países, este también ha enfrentado algunos desafíos, como el hecho de tener que aumentar la presión sobre los sistemas de salud y los trabajadores, buscando garantizar información precisa y oportuna. Asegura que “hubo cierta desconfianza inicial, ya que estos viales eran nuevos para el uso público masivo”. Además, la implementación comenzó con dosis que, en ese momento, no estaban aprobadas por la lista de uso de emergencia de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

En Camboya aprobó una ley que permite sentencias de prisión de hasta 20 años por violaciones de las medidas relacionadas con la covid-19

También remarca que un gran ejemplo de cómo se priorizaron los recursos para algunos de los más vulnerables fue “la priorización de las de Johnson & Johnson (Janssen), de una sola dosis, donadas por el fondo de acceso global a las vacunas COVAX para los trabajadores migrantes y personas que viven en lugares remotos y de difícil acceso”. Como los trabajadores migrantes no siempre tienen una vivienda estable, y viajar puede ser largo y difícil para los residentes remotos, dice que esta “fue la forma más eficiente de garantizar que pudieran recibir una cobertura completa”.

El sentido de responsabilidad comunitaria también ha contribuido a reducir las dudas sobre la efectividad, añade Foyouzat. La familia es muy valorada en Camboya y, a partir de la escucha social en las redes sociales, afirma que han visto que la mayoría de los camboyanos “no solo pensaban en sí mismos al elegir vacunarse; también pensaron en proteger a quienes los rodeaban, en particular a los miembros mayores de la familia”.

Desde Unicef se sostiene, además, que, si bien las cosas parecen ir en una dirección positiva, hacia la recuperación, “el Gobierno y los socios son conscientes de la necesidad de permanecer vigilantes y monitorear de cerca la situación, como en otras partes del mundo”, hasta que puedan estar seguros de que la pandemia ha sido contenida.

Mientras que los visados de turista han comenzado a emitirse de nuevo, las escuelas han reabierto en Camboya y el período de confinamiento para los viajeros entrantes se ha reducido. Tras la apertura de Sihanoukville y las islas Koh Kong, la provincia de Siem Reap, donde se encuentran los conocidos templos de Angkor, se sumará a la lista de provincias libres de cuarentena en enero y posteriormente otros destinos si el programa tiene éxito. Hun Sen ha dicho que el país se abrirá por completo a los visitantes “cuando se considere que el coronavirus está bajo control”, por precaución.

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