La UE, ‘work in progress’

“Europa se encuentra en peligro”, encogiendo estratégicamente y frente a un mundo cada vez más hostil, argumentaba el alto representante de la diplomacia comunitaria, Josep Borrell, en la presentación del primer borrador de la Brújula Estratégica. Un documento que se aproxima a una formulación de principios de seguridad para la Unión Europea, y que incluye, entre otros, la propuesta de una fuerza militar de despliegue rápida en el 2025. Para el periódico francés Le Monde, la denominación “brújula” evoca la desafortunada idea de encontrarnos perdidos. Más bien al contrario: sin brújula que nos indique por donde emergen los rayos de luz y por donde se ocultan, en que dirección se ubican las zonas templadas habitables y en que lugar los inhóspitos polos extremos, estamos perdidos, máxime en un escenario movedizo como el actual. Sin embargo, no basta con poder orientarse, finalmente hace falta tener claro a donde se quiere ir, puesto que, como afirmaba el filósofo romano Séneca, ningún viento es favorable para quien no sabe a qué puerto navega.

El propósito no carece de escollos. Precisa acomodar las diferentes perspectivas nacionales no siempre convergentes (caso de Francia, Alemania y los países del Este), definir rumbo y hacer camino. Su núcleo teórico, el concepto de “autonomía estratégica”, despierta recelos entre algunos sectores de Washington que temen resulte incompatible con el fortalecimiento de los lazos entre Estados Unidos y Europa, incluido el compromiso de alcanzar la cuota de gastos de la OTAN si se viese afectado por la asignación de dinero a un Fondo de Defensa Europeo. No debería ser el caso. Si bien la “brújula” surge un contexto reactivo al pacto entre Estados Unidos, Reino Unido y Australia, Aukus, y la taxativa retirada de Afganistán, confirmado en otro plano con la crisis migratoria provocada por la Bielorrusia, la propuesta se encuentra engastada en la relación transatlántica. Una mayor responsabilidad estratégica europea redunda en los intereses de las partes, y afianza la seguridad común. Autonomía no es lo mismo que autosuficiencia. La Unión depende y necesita a la OTAN, y Estados Unidos, centrado en reorientar su política exterior frente a China se beneficia de una Europa fuerte.

La UE, que no es un país, se encuentra en proceso de consolidación como sujeto de voluntad y acción. Sujeto unitario más allá de la suma de Estados miembros. La Brújula Estratégica responde al imperativo de ordenar el espacio defensivo, empezando por una doctrina e integrando otros elementos en una racionalización de las estructuras existentes. Es un work in progress, avanzado en las variables económica y política, compartido en la ideológica y que ahora tantea la militar, el “hard power”. Son las cuatro dimensiones organizativas del poder desde las que dotar de contenido al proyecto europeo. @evabor3

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