Más radares y pruebas de alcoholemia ante el “alarmante” aumento de muertes en la carretera

Contra el incremento de la siniestralidad en las carreteras, más radares, más pruebas de alcoholemia y más agentes de la Guardia Civil. El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha anunciado este viernes la puesta en marcha inmediata de un paquete de medidas para reducir el número de accidentes de tráfico y su letalidad después de que en el primer trimestre de este año se hayan registrado en las vías interurbanas 261 fallecidos, 36 más que en el mismo periodo del año anterior. Estas cifras representan, en palabras de Grande-Marlaska, un “alarmante” incremento, del 16%, ya que la variación habitual en la siniestralidad vial fluctuaba hasta ahora en torno al 5%. Sin embargo, el número de heridos hospitalizados por los accidentes se mantiene estable: 908, solo uno más que en el mismo periodo de 2023. Grande-Marlaska también ha destacado que el 34 % de los fallecidos entre enero y marzo no llevaba puesto el cinturón de seguridad ―”Parece mentira, ¿verdad?”, ha lamentado―, un porcentaje que es casi 10 puntos más que el habitual, que se situaba hasta ahora en el 25%.

Entre las medidas que la Dirección General de Tráfico pondrá en marcha se encuentra la instalación antes de que finalice el año de 95 nuevos puntos fijos de control de velocidad ―los célebres radares―, de los que 60 serán de los denominados “de tramo”, que controlan la velocidad media de los vehículos mientras circulan entre dos puntos de la vía vigilados por cámaras. Hasta ahora había 711 radares fijos, 76 de tramo y 525 móviles. Las competencias de tráfico están transferidas en Cataluña, País Vasco y Navarra, aunque en esta última comunidad, donde comenzaron a gestionar las carreteras el pasado julio, durante un tiempo Policía Foral y Guardia Civil seguirán ejerciendo conjuntamente estas labores.

Interior también ha anunciado que durante el año la plantilla de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil aumentará en 150 agentes. También está previsto realizar 400.000 controles de alcoholemia más ―hasta llegar a los seis millones al finalizar este año― y 20.000 de drogas ―hasta alcanzar los 120.000 el próximo diciembre―. Una de las novedades serán las motos camufladas de la Guardia Civil para cazar a infractores. Estas serán más activas los fines de semana ―días en los que han aumentado un 43% los accidentes protagonizados por estos vehículos― entre junio y octubre, y en Andalucía, Comunidad Valenciana, Galicia, Castilla y León, Baleares y Canarias, meses y comunidades en los que la presencia de motos es mayor.

“No podemos permanecer impasibles. Es imperativo romper esta tendencia al alza de la mortalidad vial”, ha destacado Grande-Marlaska en la presentación de unas medidas diseñadas tras analizar las circunstancias de los accidentes registrados durante el primer trimestre. Esta “radiografía de la siniestralidad” ha revelado que los accidentes son cada vez más letales y que se han incrementado más en las vías rápidas ―un 50% más en autopistas y autovías― que en las carreteras convencionales ―un 5%―. También que en los siniestros graves el alcohol y la velocidad inadecuada han aumentado su incidencia. Interior apunta como causas del incremento de la siniestralidad tanto “un aumento de la movilidad” como “una situación general de empeoramiento de la seguridad vial que es compartida a nivel europeo”. En este sentido, el ministerio destaca que esta circunstancia también lo sufren otros países de la Unión Europea, entre ellos Irlanda (con un 29% más) y Francia (13%).

Además de más radares de control de velocidad, agentes de la Agrupación de Tráfico y controles de alcoholemia, y la aparición de las motos camufladas, el plan contempla aumentar la vigilancia en autovías y autopistas, sobre todo en Andalucía y Comunidad Valenciana, donde han registrado un mayor incremento de fallecidos. Esta medida se traducirá en patrullas estáticas de alta visibilidad, otras dinámicas y el uso de vehículos comerciales no rotulados para detectar infractores, sobre todo en aquellos tramos de carretera y momentos del día que se han identificado recientemente como más peligrosos. También se incrementará la información a los conductores en los paneles de las carreteras y se aumentará la vigilancia a través de las cámaras y los medios aéreos de Tráfico.

Para el colectivo de motoristas, que ha protagonizado una parte importante del aumento de la siniestralidad, sobre todo en autopistas y autovías, Tráfico ha diseñado medidas específicas. Así, además de la nueva figura disuasoria de las motos camufladas de la Guardia Civil, Interior pondrá en marcha campañas de “información y prevención” con la distribución de trípticos y folletos, y lanzará un mayor número de mensajes de concienciación en redes sociales, paneles de las vías y otros medios. También se aumentará la vigilancia del transporte profesional en días laborables, tanto en vehículos de gran tonelaje como en furgonetas, con más controles de alcohol y drogas a sus conductores. De hecho, el mayor incremento de accidentes graves se ha producido en días laborables, cuando crecen un 29% el número de personas fallecidas frente al 1% en los fines de semana.

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