Patrick Mahomes derrota a San Francisco en el Super Bowl con una prórroga épica (22-25)
No podía ser de otra forma. En la ciudad del espectáculo y frente a la mayor estrella del pop mundial. Puede que Taylor Swift haya hecho del despecho una industria millonaria, pero nadie rompe corazones como Patrick Mahomes. El quarterback de Kansas City ha ganado su tercer campeonato en cinco años en una épica final con prórroga y remontada. Con 28 años, el jugador afianza su leyenda y repite a San Francisco la dosis que le administró hace cuatro años. Los Chiefs se han convertido esta noche en Las Vegas en el primer equipo en 19 años que conquista dos campeonatos consecutivos. El último en hacerlo fue Tom Brady y los Patriots de Bill Belichick. Mahomes y Andy Reid acortan distancias para quienes los miden con los de Nueva Inglaterra.
“Los Chiefs no pueden ser nunca los underdogs”, ha dicho Mahomes, esta noche con el trofeo Vince Lombardi en la mano. El jugador utilizó en el podio un término que no tiene una traducción literal en español, pero significa por el que nadie da nada. Es difícil pensar que los Chiefs, convertidos en una dinastía que marcará una generación, no hayan empezado la noche partiendo como favoritos. En la capital mundial del juego, los pronósticos favorecían ligeramente a los 49ers, quienes habían tenido una sólida temporada liderados por Brock Purdy. El quarterback es conocido como Mister Irrelevante, porque fue fichado en 2022 en la última posición, la 262 de la séptima ronda del draft. Si alguien venía de abajo para llevarse la gloria este domingo era Purdy, quien mostró frialdad al medirse al mejor de la NFL. Mahomes ha ganado esta noche su tercer MVP en una final.
Kansas City ha repetido la misma dosis a los 49ers que cuando se enfrentaron en el Super Bowl 54. Mahomes jugaba entonces su primera final y llegó al último cuarto perdiendo por 10. En un memorable cierre, llevó a los Chiefs a anotar 21 puntos para remontar y conquistar el primer título de la franquicia desde 1970. La de este domingo supera en épica aquella actuación. Fue ante un rival que fue superior en varios momentos y en un juego plagado de errores, incluidas seis entregas de balón. Mahomes recordó a todos que se motiva más cuando menos se cree en él. En el tiempo extra, el segundo en la historia del Super Bowl y el primero que daba la oportunidad a ambos equipos de tener una ofensiva, corrió 19 yardas para acercar a su equipo a la zona roja en la jugada definitiva. Segundos después provocó la lluvia de confeti amarillo con un pase de touchdown de tres yardas a Mecole Hardman.
Los Chiefs se impusieron a San Francisco por tierra y por aire con 130 yardas y 330, respectivamente. Con el triunfo de esta noche concluyen unos playoffs en los que batieron a los mejores equipos de la conferencia y de la liga, entre ellos los Buffalo Bills, los Baltimore Ravens y a los de Purdy.

CAROLINE BREHMAN (EFE)
Cuando arrancó el Super Bowl, solo San Francisco parecía haber saltado a la cancha con hambre de triunfo. Los primeros minutos de los 49ers con la pelota probaron por qué la ofensiva del equipo los había traído hasta Las Vegas. El entrenador Kyle Shanahan mostró un versátil catálogo de ataque. Purdy conectó por aire y con tierra con Kyle Juszczy, Deebo Samuel, quien estuvo a punto de abandonar por lesión, y Christian McCaffrey, quien comenzó a sumar yardas desde los primeros minutos. Solo un balón suelto de McCaffrey cerca de la zona de anotación manchó un potente ataque inicial. Fue el tercer fumble en toda la temporada para un corredor que por lo general es muy seguro corriendo la pelota. McCaffrey tuvo 22 acarreos para 80 yardas.
Uno de los dichos más viejos de este deporte dice que son las defensivas las que ganan campeonatos. “¿Qué les ha parecido esa D?”, gritó Andy Reid, el entrenador de los Chiefs, a los aficionados de su equipo tras ganar el título. Los defensivos fueron los protagonistas de la final. Chase Young y Randy Gregory presionaron y agobiaron a Mahomes en varias ocasiones. Este fue capturado tres veces y lanzó una intercepción. El muro desplegado por San Francisco probó ser eficaz para desactivar a Isaiah Pacheco y sus explosivas carreras.
Las defensivas y los equipos especiales marcaron una tediosa primera mitad de pocos puntos. Fue el primer Super Bowl en un lustro, y el décimo en la historia, en el que nadie anotó en el primer cuarto. La última vez sucedió en la edición 53, entre los Patriots de Brady y los Rams de Jared Goff, en un juego que tuvo 16 puntos.
Los aficionados en el estadio Allegiant pensaron que este Super Bowl tendría un resultado similar. El marcador comenzó a sumar gracias a Jake Moody, el pateador de San Francisco, con una anotación de 55 yardas. Minutos después, el entrenador Shanahan mostró su creatividad enviando a la cancha una jugada de engaño. Purdy dio la pelota al receptor Jauaun Jennings, quien lanzó a la zona de anotación para encontrar a McCaffrey. Jennings tuvo la noche de su vida. Lanzó un pase de anotación y anotó un touchdown más tarde, algo que solo ha hecho otro jugador en un Super Bowl.

Ni siquiera las celebridades que acudieron al estadio podían ocultar el aburrimiento que les provocó el arranque del Super Bowl. Mil aviones privados aterrizaron en Nevada estos días. Muchos de esos pasajeros estuvieron aquí esta noche. El actor Jeff Goldblum fue captado por las cámaras viendo su teléfono, Ariana Grande estaba acurrucada en el hombro de una amiga, Leonardo Dicaprio distraído y Taylor Swift prefería acabar con el tedio bebiendo de golpe. La cantante cruzó el Pacífico desde Japón para ver a su novio, Travis Kelce. Este tuvo un flojo comienzo, había atrapado solo un pase y avanzado una yarda hasta el tercer cuarto. Solo el espectáculo de Usher hizo que el estadio se sacudiera el hastío con un vibrante número musical que contó con varios invitados, como Alicia Keys, HER y will.i.am, de los Black Eyed Peas.
La historia de este Super Bowl cambió en el último cuarto. Pacheco había sufrido para batir el muro de San Francisco en el arranque, pero encontró nuevas vías en el cierre del partido. Fue el más activo por tierra con 18 acarreos para 59 yardas en toda la noche, solo superado por Mahomes, quien corrió 66. Kelce, otro jugador clave para la ofensiva de Kansas City, parecía haber dejado su letargo en el vestidor durante el descanso. Al final fue clave para alcanzar los primeros y diez que extendían los drives ofensivos y evitaban que San Francisco tuviera la pelota. Al final de la noche, Kelce sumó 93 yardas en nueve recepciones. La más importante, sin embargo, la hizo Marques Valdez-Scanting, quien anotó el touchdown que dio a los Chiefs la oportunidad de llegar a los tiempos extras. Solo Valdez-Scanting y Hardman anotaron. El resto de los puntos fueron del pateador Harrison Butker, quien tuvo 13 puntos. Uno de sus goles de campo, de 57 yardas, impuso un récord como el más largo en la historia de las finales.
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