Sánchez intentará convencer a ERC “hasta el último minuto”

Los ecos de una de las votaciones más importantes del año, la de la reforma laboral, similar por su repercusión política a la de los Presupuestos, han llegado hasta Dubai, adonde Pedro Sánchez y Antonio Garamendi, dos de los principales protagonistas de este gran acuerdo con Yolanda Díaz y los líderes sindicales, han viajado juntos en el avión presidencial para buscar inversiones en los riquísimos Emiratos Árabes Unidos y presidir el día de España en la Expo Universal, que este año se celebra en la más conocida de las capitales de estos reinos petroleros.

Desde Dubai, donde estarán un día y han participado en un foro empresarial organizado por el ICEX, Sánchez y Garamendi siguen las últimas negociaciones cada uno a su manera. El presidente intentando hasta el último momento mantener unida la mayoría de la legislatura, y el líder de la patronal tratando de dejar claro que no aceptará ninguna modificación del acuerdo como concesión al PNV o a ERC.

Antes de aterrizar, en el avión, Sánchez comentó a los periodistas que viajan con él que intentará “hasta el último minuto” convencer a ERC, la más dura, y al PNV para que se sumen al acuerdo. El presidente defiende así hasta el final la vía de la mayoría de la investidura, aunque el “plan b”, el de aprobarlo con Ciudadanos, Más País, Compromís y un grupo de partidos pequeños está en marcha como alternativa y ya no tiene ni siquiera el rechazo frontal de Unidas Podemos. Esto es lo que se ha pactado en la coalición, que en las últimas horas ha intensificado la negociación con el PNV y ERC.

Los nacionalistas vascos parecen más dispuestos a entrar, pero si ERC no lo hace, y nada indica que esté dispuesta a girar, son más seguros los 9 votos de Ciudadanos que los 6 de PNV, y ambos podrían ser incompatibles. Cada voto cuenta en una negociación frenética. Sánchez en cualquier caso está convencido de que de una u otra manera la votación saldrá adelante. Cualquier otra opción sería un fracaso político enorme para el Gobierno que nadie contempla. El presidente y su entorno no trasladan la inquietud de que ese riesgo exista.

Garamendi, que viaja con un grupo de empresarios con intereses en Emiratos Árabes Unidos o intenciones de tenerlos, también parece convencido de que la votación saldrá. “Nosotros hemos conseguido lo más difícil, un acuerdo social. Ahora ya no está en nuestras manos”, asegura el líder de la patronal. Eso sí, el presidente de la CEOE quiere dejar claro que ellos no aceptarán ninguna modificación del texto y verían muy arriesgado que se tramitara como proyecto de ley, porque eso implicaría que podría cambiarse en el Congreso.

“Cualquiera que haya participado en una negociación compleja como esta sabe que cada coma está negociada. Si cedes aquí es porque ganas allí. Esto no puede cambiarse. Si no, ya no sería nuestro acuerdo”, señala Garamendi en una conversación informal con periodistas en Dubai. El líder de la patronal asegura que esta cuestión es muy sensible y “los empresarios españoles están más preocupados por la reforma laboral que por los fondos europeos”, porque quieren tener claras las reglas del juego para invertir. Por eso invita a los partidos a encontrar una solución para aprobar la reforma tal como está.

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Visita a Abu Dabi sin ver al rey emérito

Unos de los puntos más llamativos del viaje de Sánchez a los Emiratos Árabes Unidos es el salto que hará el presidente a Abu Dabi, el emirato en el que reside desde agosto de 2020 el rey Juan Carlos, que salió de España por los escándalos sobre su fortuna opaca en el exterior. El rey emérito ha sido acogido todo este tiempo por el príncipe heredero de Abu Dabi y gobernante de facto de Emiratos Árabes Unidos, Mohamed bin Zayerd Al Nahyan. Sánchez irá a visitarle a su palacio presidencial, y por tanto estará muy cerca de la residencia de Don Juan Carlos, pero al contrario de lo que han hecho recientemente algunos españoles que han visitado la zona, como el tenista Rafa Nadal, amigo del monarca, ni el presidente ni nadie de la delegación tiene previsto tener ningún contacto con el rey emérito.

Preguntado por este asunto en el avión, Sánchez señaló que el viaje tiene un claro contenido económico, con la intención de buscar inversiones o grandes contratos para empresas españolas, y por tanto la cuestión del rey no es prioritaria. El presidente en cualquier caso no quiso aclarar ante la prensa si trataría el asunto del rey con su anfitrión, el príncipe heredero de Abu Dabi. “Yo voy a lo que voy”, señaló el presidente para insistir en que el objetitov es sobre todo económico. Sánchez acudirá al palacio real sin la prensa y no habrá fotografías ni registro del encuentro, en un ambiente de gran secretismo.

Comparación con Portugal

Durante la charla con la prensa, Sánchez también hizo un análisis sobre las lecciones políticas que España puede extraer de las elecciones en Portugal. En su opinión, los portugueses han castigado a quien no ha colaborado en la gobernabilibad en plena crisis del covid. En ese grupo incluyó tanto a la izquierda como a la derecha portuguesa, que comparó con el PP y su actitud de votar en contra de casi todo en el Congreso, incluida una reforma laboral pactada por sindicatos y patronal. En su opinión, esto será castigado en las urnas en España como ha sucedido en Portugal.

Sánchez asegura sin embargo que la actitud de Unidas Podemos, el grupo a la izquierda del PSOE, es muy diferente a la del Bloco o el Partido Comunista Portugués, que rechazaron los Presupuestos y con eso forzaron el adelanto electoral. Unidas Podemos, explica Sánchez, está en coalición con el PSOE -una diferencia clara con Portugal, donde la izquierda apoyaba desde fuera a los socialistas- y está garantizando una gran estabilidad política con dos Presupuestos ya aprobados y sin ninguna derrota parlamentaria importante. El éxito de los socialistas portugueses, que han logrado la mayoría absoluta, no anima a Sánchez a adelantar elecciones. Al contrario, según señala, él sigue con la intención de terminar la legislatura, para la que quedan aún dos años, y está convencido de que la votación de la reforma laboral saldrá adelante e incluso aunque ERC se quede fuera, eso no compromete la mayoría de la legislatura, que no ve resquebrajada.

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