Sapporo no es Wembley: la España olímpica no corre como la de la Eurocopa

La selección, con cinco titulares de la semifinal ante Italia, arranca a un ritmo lento y empata con Egipto. Un palo de Ceballos, el mejor hasta su lesión, y un remate de Mir, único peligro real.

La España olímpica no corre como la de la Eurocopa. Al menos, no en este arranque adelantado a la apertura de los Juegos, en Sapporo. Cinco de los hombres que fueron titulares en la semifinal contra Italia también partieron en el primer once de De la Fuente, en un equipo de muy buen pie, pero escaso de fuego. Lo poco bueno ante Egipto lo puso Ceballos, un jugador de los que no ha contado para Luis Enrique, que mandó en los medios y lanzó al palo antes de caer lesionado, por un pisotón que le dobló el tobillo. Su estado preocupa tanto, si cabe, que este primer empate no esperado por un equipo que aspira a todo, a repetir el oro del 92, pero no podrá hacerlo al paso de su debut. Ese sólo conduce a Madrid.

El primer dibujo de la selección daba mucho poder a los centrocampistas, con Mikel Merino como único pivote más Pedri y Ceballos como interiores, aunque el azulgrana en el costado invertido. Mucho fútbol reúnen esos tres jugadores, pero el camino que marca la nueva línea argumental de España se hace más rápido, con velocidad alta de balón y transiciones verticales cuando existe la oportunidad. Eso dice el jefe, Luis Enrique, aunque se encuentre en la playa.