Sevilla y Alavés empatan bajo el peso del miedo
El miedo atenazó a Sevilla y Alavés en un partido de muy escasa calidad técnica, donde debutó Joaquín Caparrós en su cuarta etapa en el banquillo sevillista y en donde la ansiedad dominó el cerebro y las piernas de los futbolistas. El Sevilla no está para nada, por mucho que Caparrós se empeñe en resucitar un equipo muy tocado. El ambiente que se vive en Nervión tampoco ayuda demasiado. No obstante, el Sevilla fue el conjunto que mereció ganar al contar con dos grandes ocasiones en el tramo final del choque, protagonizadas por Lukébakio y Suso. El punto, deportivamente, no es malo para los andaluces. Es más, les libra de un auténtico lío. Tampoco demasiado bueno para el Alavés, muy exigido después del triunfo de Las Palmas ante el Atlético. La pelea por no bajar se antoja cruenta y el equipo vasco está en plaza de descenso. El Sevilla, prácticamente salvado con 37 puntos, es un horror.
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Ørjan Nyland, Adrià Pedrosa, Loïc Badé, José Ángel Carmona (Juanlu Sánchez, min. 80), Ramón Martínez, Dodi Lukébakio, Chidera Ejuke (Saúl Ñíguez, min. 45), Lucien Agoumé (Djibril Sow, min. 59), Peque Fernández (Manu Bueno, min. 80), Nemanja Gudelj y Isaac Romero (Suso, min. 58)
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Antonio Sivera, Aleksandar Sedlar, Moussa Diarra, Facundo Garcés, Nahuel Tenaglia, Joan Jordán (Ander Guevara, min. 76), Jon Guridi (Carlos Martín, min. 68), Carlos Vicente, Antonio Blanco, Carles Aleñá (Tomás Conechny, min. 68) y Kike García
Goles
1-0 min. 11: Peque. 1-1 min. 46: Kike García
Arbitro Miguel Ángel Ortiz Arias
Tarjetas amarillas
Gudelj (min. 9), Guridi (min. 41), Moussa Diarra (min. 85), Suso (min. 92)
Caparrós o el arte de lo simple. Un 4-4-2 clásico, el estreno del canterano Ramón Martínez en la defensa y papellillos en el césped del Sánchez Pizjuán, como en el Mundial de Argentina 78. El nuevo escenario del eterno entrenador del Sevilla, que, tuvo, que no es poco, la suerte de que el Sevilla se adelantara en el marcador en su primer disparo entre los tres palos. Y no de cualquier forma. La defensa del Alavés crujió por el centro, huérfana de sus centrales titulares, Abqar y Mourinho, para que Peque marcara su primer gol en la Liga. Y de cabeza. Antes, Guridi había fallado un gol cantado sin que nadie supiera muy bien cuál era el plan del Sevilla más allá de la mística y épica que Caparrós desprendía desde la banda.
El Alavés, si bien es cierto que con un juego muy premioso, llevó siempre el mando del juego, con Jordán bastante activo, Guridi muy fallón y Kike García inquietando al joven Ramón. El delantero avisó a los 26 minutos con un remate que salió fuera por poco. El Sevilla mandaba en el marcador, pero poco más. Caparrós intentó simplificarlo todo en un equipo de baja calidad con el balón. Sin que el balón le llegara a Lukébakio, solo los destellos de Agoumé anunciaban algo positivo en blanco. Cuando nadie lo esperaba y ante la desidia de la defensa sevillista, Kike García, como siempre, acertó a rematar un balón dentro del área en el tiempo de prolongación del primer tiempo. Caparrós se desesperaba en la banda.
El segundo tiempo fue bastante deficiente. El Alavés dominaba, el Sevilla se defendía sin tener el balón y solo la entrada de Suso y Sow le dio algo del aire al conjunto andaluz. El repliegue del Sevilla fue tan intenso que sus aficionados se lo reprocharon con continuos silbidos. El Alavés, muy limitado, no aprovechó el desconcierto. Suso, a su ritmo, empezó a generar fútbol. Es más, fue el Sevilla el que mereció ganar el partido. Sow asistió a Lukébakio y Sivera le tapó los caminos del gol. Hasta los buenos fallan en el Sevilla. En el minuto 95, con los dos equipos muertos de miedo, Suso se inventó un jugadón para lanzar alto por muy poco. Ahí estaba el triunfo, la salvación del Sevilla y la resurrección protagonizada por Caparrós. No pudo ser. El Alavés, muy poca cosa, lo tendrá difícil para permanecer en Primera.
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