Suecia cree que su ingreso en la OTAN reduciría el riesgo de conflicto en el norte de Europa

El ingreso de Suecia en la OTAN tendría “un efecto disuasorio en el norte de Europa”, según concluye un informe consensuado por el Gobierno socialdemócrata del país y por seis de las ocho fuerzas parlamentarias —salvo ecologistas y excomunistas—. El texto, que analiza la nueva situación de seguridad generada tras el ataque de Rusia contra Ucrania, concluye que, si “Suecia y Finlandia se convierten en miembros de la Alianza Atlántica, los países nórdicos y bálticos estarán protegidos con las garantías de la defensa colectiva”.

Según el documento, “la agresión a gran escala de Rusia contra Ucrania tiene una naturaleza y un alcance que Europa no ha experimentado desde la Segunda Guerra Mundial”. Y, aunque Suecia ya coopera en defensa y seguridad con sus “socios estratégicos”, no existen actualmente “obligaciones de defensa vinculantes”. Es decir, “no hay garantía de que Suecia reciba ayuda si fuera el objetivo de una amenaza o ataque grave”, ya que el artículo 5 sobre la defensa colectiva solo afecta a los países miembros, subraya el documento, que han presentado este viernes los ministros suecos de Exteriores y Defensa, Ann Linde y Peter Hultqvist.

El informe destaca que no hay demasiado margen para reforzar la cooperación bilateral ni con la OTAN ni dentro de Europa porque “está claro que hay una falta de voluntad política para crear una defensa colectiva en la Unión Europea”. Además, permanecer fuera de la OTAN obligaría al país a afrontar un gasto en defensa superior al 2% del Producto Interior Bruto (PIB), el mínimo recomendado por la alianza.

“La principal consecuencia de una futura entrada en la OTAN sería que Suecia formaría parta de su seguridad colectiva”, ha señalado en rueda de prensa Ann Linde, que ha expresado su preocupación por la seguridad del país durante el período de transición hasta la integración definitiva en la OTAN. Durante este tiempo, según Linde, Suecia podría ser objeto de ataques cibernéticos o provocaciones como violaciones de su espacio aéreo.

La presentación del informe se produce un día después de que el presidente de Finlandia, Sauli Niinistö, y la primera ministra del país nórdico, Sanna Marin, emitieran un comunicado conjunto en el que instaban a solicitar el ingreso en la Alianza Atlántica.

El Partido Socialdemócrata Sueco, que encabeza en solitario un Gobierno en minoría, ha convocado para el domingo una reunión extraordinaria de su cúpula tras la cual harán pública su postura sobre el ingreso en la alianza. Las previsiones es que sean favorables a formar parte de la OTAN. El próximo lunes, el Parlamento sueco acogerá un debate especial con motivo del nuevo informe sobre seguridad al que asistirá la primera ministra, Magdalena Andersson. Tras el acto, los medios suecos creen que podría celebrarse una reunión extraordinaria del Gobierno para anunciar el envío de una solicitud formal de ingreso.

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La oposición de Turquía

La posibilidad de adhesión de Suecia y Finlandia a la OTAN ha generado ya una primera reacción negativa dentro del seno de la alianza. El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, ha asegurado este viernes que Turquía no es favorable al ingreso de los dos países nórdicos. “No tenemos una opinión positiva. Los países escandinavos son como una casa de huéspedes para organizaciones terroristas”, ha dicho en declaraciones a la prensa recogidas por Efe, citando al Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), considerado un grupo terrorista por Turquía, la Unión Europea y Estados Unidos.

“Seguimos actualmente la evolución de Suecia y Finlandia, pero no tenemos una opinión positiva, porque cometieron un error en la OTAN con respecto a Grecia antes, contra Turquía”, ha añadido el jefe de Estado después de la oración del viernes en Estambul.

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