Un estudiante de 13 años mata a tiros a ocho alumnos y a un vigilante en un colegio de Serbia
Un estudiante de 13 años —y no 14, tal como se informó en un principio— ha sido detenido como sospechoso de matar a tiros a ocho alumnos y a un vigilante de seguridad en un colegio de Belgrado. El menor abrió fuego a las 8.40 de este miércoles 3 de mayo en la escuela primaria Vladislav Ribnikar. Una profesora de 53 años, que impartía una clase de Historia, resultó herida grave. Milan Nedeljkovic, jefe del céntrico distrito de Vracar, donde se encuentra el colegio, explicó que los médicos luchaban por salvar su vida. La policía se llevó esposado y con la cabeza cubierta con una prenda de vestir al sospechoso de la matanza de sus compañeros.
El presidente serbio, Aleksandar Vucic, informó de que el autor de los disparos fue llevado a una clínica psiquiátrica. El ministro de Educación, Branko Ruzic, declaró tres días de luto nacional en un país de siete millones de habitantes donde nunca antes se había producido una matanza en un colegio.
Veselin Milic, jefe de la policía de Belgrado, aseguró que el atacante tenía dos pistolas —que pertenecen a su padre— y dos cócteles molotov. Milic añadió que el adolescente lo había planeado todo de forma minuciosa. “Incluso tenía una lista con los nombres de los menores que quería matar y sus clases”, informó el agente en una rueda de prensa. El ministro del Interior, Bratislav Gasic, anunció que el padre del supuesto autor también había sido arrestado. La fiscalía serbia declaró a la agencia de noticias Tanjug que el padre sería acusado por el tiroteo, pero no su hijo, que no había alcanzado la edad legal de responsabilidad penal, que es de 14 años.
Evgenija, una estudiante de 14 años, afirmó que conocía al presunto pistolero. “Era algo callado, parecía simpático y tenía buenas notas. Yo no sabía mucho de él, no era tan abierto con todo el mundo”, declaró a Reuters. “Oí ruidos y pensé que unos chicos estaban tirando petardos… Pero entonces vi al guardia de seguridad que caía al suelo”, añadió. La clase se encontraba en la planta baja de la escuela, según informó el periódico local Danas. Esto facilitó que varios alumnos pudiesen escapar por las ventanas.
Milan Milosevic, padre de una de las alumnas de la escuela, declaró a un medio local que su hija estaba en la clase en la que comenzó el tiroteo y consiguió escapar. “[El menor] primero disparó a la profesora y luego empezó a disparar al azar”, señaló. El Ministerio del Interior informó de que, además de la enseñante, hay seis alumnos hospitalizados.

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Milosevic, que acudió al colegio tras el tiroteo, comentó a la emisora: “Vi al vigilante de seguridad tumbado debajo de la mesa. Vi a dos niñas con sangre en la camisa”. Una joven que estudia en un colegio de secundaria próximo a la escuela declaró a la televisión estatal RTS: “Vi a niños salir corriendo del colegio, gritando. Vinieron los padres, estaban aterrorizados. Después oí tres disparos”.
El sospechoso de la matanza llevaba tiempo planeando el ataque, e incluso tenía una lista con las personas a las que quería matar, según un comunicado de la policía serbia, difundido por la agencia Efe. Además, era aficionado a la caza y había aprendido a disparar mientras practicaba esa actividad, según señaló el ministro serbio del Interior, Bratislav Gasic.
El ministro indicó que las dos pistolas que usó el presunto agresor tenían licencia y se cree que eran propiedad del padre del menor, que ha sido también arrestado. “El padre afirma que tenía más de una pistola y que las mantenía bajo llave”, explicó el ministro.
El responsable del Interior añadió que el adolescente se las arregló para hacerse con las dos armas y con tres cargadores con 15 balas cada uno, según difundió la emisora N1. Las autoridades han indicado que el menor había estado preparando el ataque durante mucho tiempo. La misma emisora añade que fue él mismo quien avisó a la policía y que antes del ataque había hecho una lista de sus víctimas.
Los tiroteos masivos son comparativamente poco frecuentes en Serbia, que tiene leyes muy estrictas de tenencia de armas. Pero los Balcanes occidentales están inundados de cientos de miles de armas ilegales tras las guerras y los disturbios de la década de los noventa. Las autoridades serbias han concedido varias amnistías para que los propietarios las entreguen o registren.
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