Un juzgado de Murcia abre diligencias para investigar 13 homicidios imprudentes en la discoteca incendiada

El juzgado de Instrucción número 3 de Murcia ha abierto diligencias por 13 presuntos delitos de homicidio imprudente derivados de los fallecimientos ocurridos en el incendio en la zona de ocio nocturno de Atalayas, en Murcia, en la madrugada del pasado domingo, según ha confirmado este martes fuentes del Tribunal Superior de Justicia de la Región de Murcia (TSJMU), que también ha corroborado el mantenimiento del secreto del sumario.
La decisión se toma una vez que se ha completado la toma de muestras de ADN de los familiares y allegados de los fallecidos, que ahora se remitirán al Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses de Madrid para cotejar los perfiles genéticos aportados por los testigos con las muestras recogidas de los cadáveres, han indicado fuentes cercanas a la investigación. Por el momento, solo seis de los fallecidos han sido identificados mediante huellas dactilares, aunque se han tomado muestras biológicas de todos ellos, por lo que se está a la espera de que se completen las labores de identificación. Las autopsias, según la información facilitada por el TSJMU, concluyeron en la jornada de ayer: los forenses han recabado, además de muestras para llevar a cabo las identificaciones, otras para hacer “análisis complementarios”, desde estados radiológicos a pruebas toxicológicas.
El juzgado está todavía a la espera de recibir los resultados de las autopsias preliminares y las plenas identificaciones de los cuerpos para entregarlos a sus familiares para que puedan enterrarlos.
En el lugar del siniestro continúa ahora trabajando la Policía Científica, con efectivos que han llegado desde Madrid y que están realizando una recogida de muestras para tratar de determinar dónde y cómo se originó el incendio. Están apoyados por varios drones que ayudan en la elaboración de una planimetría de la zona para determinar exactamente el espacio que ocupaban las discotecas calcinadas, Teatre y La Fonda, que ocupan una misma nave dividida en dos. Según informó ayer el Ayuntamiento de Murcia, estos negocios tenían una orden de cese de actividad desde enero de 2022 que se dictó, precisamente, cuando se solicitó la división de las salas.
El oficial de los Bomberos de Murcia, Juan Ángel Navidad, ha relatado que sus efectivos tardaron unos ocho minutos en llegar al lugar del incendio y, cuando lo hicieron, el humo y el fuego abarcaban ya las dos discotecas. Al comienzo, sacaron del lugar al mayor número de personas posible, si bien ha insistido en que la gran mayoría de personas abandonaron las salas por su propio pie. Los restos de las 13 víctimas se hallaron en una misma zona de la discoteca La Fonda, aunque en diferentes alturas. El grueso se localizó en la planta destinada a los reservados, que no llegó a derrumbarse: cuatro de los cuerpos estaban en la zona de los aseos, y otros siete, en el pasillo que rodea esas zonas reservadas, separados en dos grupos. Las dos últimas víctimas mortales aparecieron entre los escombros de la planta baja, en la misma zona, y los bomberos consideran que habrían caído desde el primer piso.
Los cuerpos estaban en la zona más alejada de la salida de la planta alta, ha indicado el oficial, que ha señalado que el recorrido desde los reservados hasta la calle era largo: se debía atravesar un pasillo en forma de herradura con una pasarela metálica, para después descender por una escalera en la planta baja, y cruzar toda la pista de baile hasta la puerta de salida.
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