Un techo para casi 5000 estudiantes: el polémico plan para la crisis de la vivienda en California

Gulag, granja industrial, pri­sión, Dormzilla. Así han descrito estudiantes, arquitectos y medios la residencia universitaria Mun­ger Hall, un proyecto sin construir en la Universidad de California de Santa Bárbara (UCSB). Costará unos 1.500 millones de euros y aco­gerá a 4.536 estudiantes repartidos en 11 plantas y habitaciones indivi­duales con iluminación artificial. Diseñado por el multimillonario Charlie Munger, la idea ha sido ca­lificada como atentado a los dere­chos humanos. ¿Qué deben sopor­tar las personas en nombre de la optimización del espacio?

Los planos habían pasado inadver­tidos hasta que se hicieron virales a finales de octubre, cuando Dennis Mc­ Fadden, uno de los arquitectos del Co­mité de Revisión del Diseño de la uni­versidad, dimitió en señal de protesta. “Es un experimento social y psicoló­gico con un impacto desconocido”, escribió McFadden sobre el edificio, que no aprovechará la luz natural ni la brisa marina del sur de California y dependerá, en cambio, de sistemas eléctricos de ventilación e ilumina­ción. Cada planta tendrá ocho zonas independientes divididas en ocho pisos, cada uno con ocho dor­mitorios, dos baños a com­partir y un espacio común. Los críticos señalan que ade­más del ataque a la eficiencia energética, y a la seguridad y salud de los residentes, la edificación dañará la estética de la ciudad (Goleta).

Charlie Munger, vicepresidente del fondo de inversiones Berkshire Hathaway, ha desarrollado en la últi­ma década una afición por crear edifi­cios poco convencionales. El magnate de 97 años, que ya ha participado en el diseño de otras residencias estu­diantiles, donó en 2016 200 millones de euros a la UCSB con la condición de liderar el proyecto. La institución ha defendido en su web que Munger Hall favorecerá el uso de enormes espacios comunes que intensifican “las interac­ciones sociales y la colaboración entre los estudiantes” y solucionará el pro­blema de vivienda de la universidad.

Los alumnos pueden tardar más de una hora en llegar a las clases o in­cluso dormir en sus coches. Esto ha llevado a la universidad a pagar a los hoteles de la zona para que los acojan.

Atmika Lyer, periodista en San­ta Bárbara, explica por teléfono que la crisis lleva años sobrevolando la zona, pero la covid­-19 la ha exacerba­do. Según la UCSB, la gentrificación se debe a que cada vez más colegiales de otras universidades y teletrabaja­ dores se mudan a la zona. Para la ciu­dad de Goleta, en cambio, la UCSB ha incumplido el contrato por el cual se comprometía a crear nuevas vivien­das para satisfacer el incremento de nuevos matriculados. Ha interpuesto una demanda contra la UCSB.

El planificador urbano Nolan Grey defendió en Bloomberg que Dormzi­lla —cuya apertura está prevista para otoño de 2025 si consigue la aproba­ ción de la Comisión de Costas de Ca­lifornia— es posiblemente “la única solución” a este problema de vi­vienda. No a ojos de los estu­diantes. El representante de los universitarios ha dimitido del comité de Munger Hall, y alumnado y profesores han sali­do a las calles para paralizar el pro­yecto. Cassandra Ensberg, miembro de la Asociación de Arquitectos de Santa Bárbara, que también se ha su­mado a las protestas, alerta: “La esca­sez de vivienda asequible es un pro­blema global. Munger Hall sentará un precedente”.

Enlace de origen : Un techo para casi 5000 estudiantes: el polémico plan para la crisis de la vivienda en California