Una fuga de dióxido de carbono en la central nuclear de Ascó (Tarragona) causa un muerto y tres heridos
Un trabajador de la central nuclear de Ascó (Tarragona) ha muerto y otros tres han resultado heridos este miércoles por una fuga de dióxido de carbono (Co2) que se ha producido en las instalaciones. Los empleados estaban realizando unas tareas de mantenimiento del sistema antiincendios del complejo nuclear situado en la provincia de Tarragona y que, junto a la central de Vandellós II, produce en torno al 50% de la energía eléctrica consumida en Cataluña. Entre los tres heridos por inhalación de gases, uno de ellos presenta un pronóstico grave.
Los bomberos de la Generalitat han desplazado siete dotaciones a la central, tras recibir el aviso a pocos minutos de las siete de la tarde. Al lugar también se ha desplazado el vehículo de riesgo químico del cuerpo de emergencias. En estos momentos, se están realizando tareas de medición para analizar el radio de expansión de la fuga. Los bomberos han podido comprobar que el foco del accidente ha sido en una edificación de cuatro plantas, alejada de la zona radiológica. Por lo que el accidente laboral no ha implicado ningún problema en el funcionamiento de la central y no ha habido implicación radiológica.
Este agosto, su vecina de Vandellós II (Tarragona) sufrió una “anomalía” en un transmisor de presión que proporciona señal en el panel de parada remota, que el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), el organismo público que vela por la seguridad en las centrales, decidió elevar ayer al nivel 1 (que lo define como “anomalía”) en la Escala Internacional de Sucesos Nucleares y Radiológicos.
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