Unas 400 personas fuerzan la puerta del paso fronterizo para intentar acceder a Melilla en la mayor entrada desde marzo

Al menos unas 400 personas han intentado, este viernes, entrar en Melilla a través del perímetro fronterizo que separa la ciudad autónoma de Marruecos, según ha informado la Delegación del Gobierno. Entre 50 y 70 migrantes, que se han concentrado en el Centro de Estancia Temporal de Migrantes (CETI), han conseguido acceder, según testigos. Una mayoría son de nacionalidad sudanesa, considerados potenciales refugiados por Naciones Unidas. Decenas de compatriotas sudaneses que se encuentran desde marzo alojados en el dispositivo de acogida los esperaban a las puertas.

La entrada se ha producido en torno a las 8.30 y después de que las autoridades marroquíes hubiesen activado un fuerte despliegue en la zona de Barrio Chino, una villa pegada a la valla donde las casas están separadas de la alambrada por apenas una carretera. Desde las 6.40, cuando se ha alertado a la Guardia Civil del intento de entrada, los marroquíes han intentado contener la llegada del grupo, según la Delegación. Al otro lado de la valla, la barriada aparecía envuelta en una nube de humo y se escuchaban los disparos de los cañones empleados por las fuerzas marroquíes para detener el salto.

Los migrantes han conseguido acceder, en su mayoría, a través del paso fronterizo de Barrio Chino, uno de los cruces de Buena Vecindad que permanece cerrado. Según la Delegación del Gobierno, han roto las puertas, pese a que el dispositivo de entrada está diseñado para dificultar el paso de más de una persona a través de un sistema de tornos y vallas que entorpece el acceso. Es el mismo paso por el que, hasta 2020, se producía el llamado porteo y que suponía la salida desde Melilla de miles de personas cargando bultos de contrabando hacia Marruecos.

El puesto de Barrio Chino está, además, fuertemente blindado en el lado marroquí. Espirales de concertinas se elevan como muros en torno a las dependencias policiales a las puertas del cruce. Pese a los obstáculos, algunos migrantes han conseguido encaramarse a la valla y han seguido entrando en goteo hasta las 9.30. Algunos residentes del CETI han acudido a la zona para ayudar después a sus conocidos, exhaustos, a llegar hasta el recinto.

La alerta estaba dada desde la noche del jueves. Durante las festividades de San Juan, las autoridades españolas habían recibido aviso de un intento de entrada masiva desde Marruecos. Fuerzas de seguridad marroquíes se desplegaron en torno al perímetro y en el punto de aproximación. Ya de madrugada, se produjo un fuerte choque entre efectivos marroquíes y el grupo que intentaba aproximarse a la valla.

El pasado sábado, unos 100 agentes marroquíes resultaron heridos en un violento enfrentamiento con un numeroso grupo que se había concentrado en una zona boscosa en las afueras de Nador, donde suelen refugiarse los migrantes acosados habitualmente por las fuerzas de seguridad en Marruecos. Ante la amenaza de un intento de entrada a Melilla, las fuerzas marroquíes se desplegaron para dispersar al grupo, que plantó cara a los efectivos con piedras y palos, según publicó el diario local El Faro de Melilla.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.

Suscríbete

Se trata del mayor intento de salto desde el pasado mes de marzo, cuando Melilla vivió una entrada histórica. Unas 900 personas lograron acceder a la ciudad en dos días (unas 500 en una sola mañana); más de 2.500 lo intentaron, a plena luz del día. El Gobierno local interpretó aquella entrada como una amenaza por parte de Marruecos en plena crisis diplomática entre Madrid y Rabat. Dos semanas después, el Ejecutivo de Pedro Sánchez decidió dar un giro histórico a la postura española sobre el Sáhara Occidental y respaldar la propuesta soberanista marroquí de autonomía para la excolonia frente al plan de referéndum para su independencia. El movimiento recuperó las relaciones con Marruecos, pero abrió un nuevo enfrentamiento con Argelia.

Enlace de origen : Unas 400 personas fuerzan la puerta del paso fronterizo para intentar acceder a Melilla en la mayor entrada desde marzo