“Vengo con las mismas ganas de competir de siempre”: Miami enloquece en la bienvenida a Messi
La Messi League Soccer, liga de fútbol estadounidense anteriormente conocida como Major League Soccer (MLS, en cualquier caso), echó andar accidentadamente en la tormentosa noche del domingo en Fort Lauderdale, sede del estadio del Inter de Miami, equipo que ayer presentó a su nuevo fichaje: un tal Lionel Messi, siete veces Balón de Oro y reciente campeón del mundo con Argentina.
Ante un estadio bajo la lluvia, a rebosar de aficionados con camisetas del Inter, del Barça o de la selección argentina, todas ellas con el 10 a la espalda, el dueño del club, Jorge Mas, exclamó desde una plataforma colocada en mitad de la cancha que a partir de ahora, Messi será también “el 10 de Estados Unidos”. También dijo que la tormenta que a punto estuvo de dar al traste con el evento era en realidad de “agua bendita”.
El delantero argentino enfiló entonces con parsimonia la pasarela, se fundió en un abrazo con David Beckham, director deportivo del club y el hombre cuyos pasos ha decidido seguir al mudarse a Miami (y no volver a Barcelona; tampoco ir a Arabia Saudí), y prometió: “Vengo con las ganas que tuve siempre de ganar, de competir. Estoy muy feliz de haber elegido esta ciudad para venir con mi familia. Van a pasar cosas muy lindas y la vamos a pasar muy bien”.
Ahí entró un vídeo con un impresionante desfile de personalidades para darle la bienvenida: deportistas como Tom Brady, Stephen Curry o Juan Martín Del Potro, los músicos Gloria y Emilio Estefan, Alejandro Sanz, Maluma, DJ Balvin o Marc Anthony, y el alcalde de Miami, Francis Suárez, candidato republicano a las presidenciales de 2024. Saltaron al campo las familias del delantero, de Beckham, y de Sergio Busquets, el otro gran fichaje del club para esta temporada ―que antes había dicho unas palabras en inglés―, saludaron todos al público… y en cuanto pudieron se escabulleron de allí, en busca de un techo bajo el que refugiarse.

La lluvia había retrasado el comienzo de un espectáculo bautizado como PresentaSÍón (por lo que sea, el club ha decidido convertir el “sí” del astro en su principal argumento de marketing). Su inicio estaba anunciado para las 20.00, y la apertura de puertas, para dos horas antes. Y las puertas se abrieron, en efecto, pero sobre todo se abrieron los cielos.
Una tormenta de proporciones bíblicas hizo correr a los aficionados más madrugadores en busca de refugio en los pocos lugares bajo techo del estadio semiabierto DRV PKK, de Fort Lauderdale, ciudad a 40 kilómetros de Miami en la que juega el Inter mientras proyectan y construyen la nueva cancha. Muchos tuvieron que esperar en los coches, mientras los rayos partían durante un buen rato y cada vez más cerca, y los locales lo vivieron con la resignación que solo da la costumbre. Una hora y media después, se permitió finalmente el acceso a las gradas.
Pasada la incertidumbre sobre si la cosa finalmente tendría o no lugar, empezó una fiesta con dj’s, reggeatón, fuegos artificiales, discursos, cochazos tuneados con el rosa Inter, las actuaciones de los músicos Camilo y Ozuna y la pasión de una hinchada mayoritariamente latina que coreaba el nombre de su nuevo ídolo y que sigue pellizcándose cada mañana desde que el astro dijo “sí, quiero”, a Mas, empresario cubanoestadounidense que también es presidente del Zaragoza. Para señalar el día, la mañana del domingo amaneció con los periódicos de la ciudad enfundados en una publicidad que decía simplemente “Bienvenido MesSÍ”.
Cosas de familia
El jugador ha firmado un contrato por dos años y medio con un sueldo por temporada de entre 50 y 60 millones de dólares, menos de lo que le esperaba, a sus 36 años, si se hubiera decantado por los cantos de sirena de Arabia Saudí. En el pacto se incluye una participación en el equipo cuando se retire y un porcentaje que no ha trascendido de los derechos de retransmisión global, propiedad de Apple TV, y de la venta de equipación deportiva de Adidas.
Además de conquistar glorias competitivas para su nuevo equipo, al que llega tras dos años en el Paris Saint Germain y toda una vida en el Barcelona, Messi tiene también el encargo de llevar a otro nivel a la liga MLS y al fútbol en Estados Unidos, un país en el que el deporte (”el mejor deporte del mundo”, dijo Beckham cuando tomó la palabra) nunca ha llegado a cuajar del todo.
A primera hora de la tarde, Nelson Rodríguez, presidente ejecutivo de la MLS, sentenció en un encuentro con la prensa (no toda la prensa, por suerte, pues había 600 periodistas acreditado) que había que había llegado al fin la hora de que el mundo fijase su vista sobre esta parte del mundo a la hora de hablar de fútbol. Y recitó de corrido la serie de eventos que cree que contribuirán a cumplir sus deseos: la celebración en Estados Unidos de la Copa América de selecciones, el año que viene, del Mundial de clubes, al siguiente, del Mundial masculino de selecciones, del que el país será sede en 2026, junto a México y Canadá, y en 2027, del femenino.
Rodríguez ofreció además una razón no tan obvia a simple vista para explicar por qué Messi ha decidido venir al sur de Florida. Está oculta en un vídeo que se hizo público esta semana en el que se ve al astro, junto a su esposa, Antonella Roccuzzo, y sus tres revoltosos hijos hacer la compra en un supermercado. Está tranquilo, deambula despreocupado por los pasillos. “Cuando lo vi”, explicó Rodríguez, “pensé que esa era el mejor reclamo para atraer a nuevas estrellas. Aquí pueden estar tranquilos, que nadie los acosará”.
Mas ya había explicado en una entrevista con EL PAÍS que parte de su argumento de cortejo había consistido en hacer ver al delantero que en la ecuación entraba como una prioridad su vida familiar. En el espectáculo de su presentación quedó claro; tal vez la palabra más repetida en los discursos fue “familia”.
La prueba definitiva llegó pasadas las 22:00, cuando Messi saltó por fin al césped. Lo hizo acompañado de sus hijos, Thiago, Mateo y Ciro, y de los de Busquets, y le dio un par de toques al balón. Al fin, Miami pudo ver jugar a su nuevo ídolo. Su primer entrenamiento está previsto para el lunes. Y su partido inaugural es el viernes; un encuentro contra el equipo mexicano Cruz Azul, dentro de la Leagues Cup, competición norteamericana de clubes.
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